Tribunales judiciales, seccionales de Policía, despachos políticos con heridas de bala en sus paredes. Adictos explotados por la pólvora y las sustancias adulteradas. Acá nomás o en cualquier rincón de nuestra maldita pobreza. Claro, hay bolsillos llenos de billetes manchados por tanta mugre pero nos toca lo otro: arrodillarnos para mascar el sabor de un sistema que promete derrota para todos. 

En medio de los planteos políticos “disparados” por la narcocriminalidad rosarina, la adulteración de sustancias y posterior muerte de consumidores del bajo fondo bonaerense y el creciente protagonismo de la economía narco en todos los rincones del país, Rosario3 accedió a un documento de 1991 de la Presidencia de la Nación, calificado como “secreto” ahora desclasificado y de acceso público. 

El brevísimo manual de ocho páginas demuestra cómo los técnicos y los agentes de Inteligencia que analizaban el proceso de tráfico de drogas en la Argentina adelantaron el mapa que hoy, 30 años después, tenemos en nuestros almuerzos diarios: una explosión narcocriminal que todo lo organiza. 

“El fenómeno de las drogas se aprovecha de una sociedad débil”, dice el punto uno del texto que diseñaba un plan (nunca concretado) para combatirlas porque consideraban que la distribución, venta y consumo era un “ataque contra la humanidad”.

Con la firma de la Secretaria de Programación y Coordinación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico algunos puntos salientes del documento.

Situación


1) La producción, comercialización y uso es un fenómeno mundial. Su poder económico político hace peligrar a naciones enteras. Afecta a Latinoamérica. Por ello, es necesario cooperar entre países para evitar el crecimiento del fenómeno. 

2) La posición geopolítica de Argentina la coloca en una grave situación: incremento de producción, instalación de laboratorios, importación o fabricación de precursores químicos, comercialización hacia Europa o países del norte y el incremento del consumo en nuestra población. 

El texto de 1991 describe un hecho que, según sus argumentos, empujó la promoción del narcotráfico: la Guerra de Golfo y su operativo Tormenta del desierto. 

3) La información de inteligencia apunta a saber que EE.UU. ha retirado equipos de radares ubicados en lugares estratégicos de Colombia, el Caribe y en el estado de Florida que eran utilizados para el control del tránsito aéreo y marítimo en la lucha contra el narcotráfico. 

4) Los recursos de control fueron trasladados al Golfo Pérsico para ser utilizados en el operativo Tormenta del desierto y sus efectivos policiales y militares de EE.UU. abocados a la lucha contra el narcotráfico fueron reasignados a la custodia de edificios e instituciones sensibles a ataques pro-iraquíes.

5) Se estima que la situación mundial a corto plazo producirá un aumento de la producción, en particular de cocaína y marihuana, y un aumento sustantivo en el consumo.

6) El “efecto descenso geográfico”: tránsito y producción de narcóticos cada vez más al sur (por los controles en Mexico y Perú) permiten inducir que se incrementara el fenómeno en nuestro país, que hoy muestra una gran fragilidad en la lucha contra el trafico ilícito de drogas.

Objetivos


A corto plazo: estabilizar el consumo y el tránsito de drogas ilícitas (NdR: reconociendo la participación del Estado en la administración del objetivo y no el combate contra el narcotráfico)

A mediano plazo: disminución del consumo y tráfico. Erradicación de laboratorios de producción y refinamiento de drogas y eliminación de plantaciones de marihuana. 

A largo plazo: eliminar de forma sustantiva el consumo, el tráfico y los delitos conexos con aquellos. Control de producción, importación y exportación de precursores químicos. Investigar delitos conexos como robo de automotores y lavado de dinero. Detectar plantaciones de cocaína cáñamo, etc. Eliminar laboratorios, lugares de almacenajes, clandestinos de elaboración de pasta baje, cocaína, detección de pistas de aterrizaje,etc con actividades de inteligencia. Coordinar acciones con provincias e incluso con países limítrofes. 

Plan de acción


Se organiza la Comisión Nacional Operativa Contra el Tráfico Ilícito de Drogas integrada por autoridades políticas de los Ministerios del Interior, Defensa, Economía y el Estado Mayor Conjunto, además de fuerzas de seguridad, Policía Federal y Administración Nacional de Aduanas. 

Invitar a participar a representantes de las policías provinciales para coordinar las operaciones de combate y organizar un cuerpo especializado a los efectos de coordinar mediante tareas de campo acciones de represión y de inteligencia que sirvan de apoyaturas a las tareas que realizan las fuerzas de seguridad y policiales. 

Regionalizar la lucha. Establecer contactos con las autoridades de los países de la región para coordinar acciones conjuntas.

Reforzar las acciones tendientes a impedir en el territorio nacional, el lavado de dinero proveniente de las acciones del Narcotráfico.

Mientras, las calles de la argentina respiran un realidad muy activa con el narcodelito; su economía se infla con los alcances de la ganancia: ¿al sistema financiero?, ¿a la venta de autos?, ¿a la construcción fastuosa de edificios y barrios cerrados?, ¿a la actividad comercial?, ¿al bolsillo del capomafia?, ¿a las organizaciones narcopolíticas?

Treinta años después, con el joven cuero de los pibitos cocidos a balazos en calles de tierra, la teoría del derrame es generosa para casi todos. Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas, compuso Atahualpa Yupanki en 1944. Aunque en esta historia, las vaquitas llenan sus ubres de la peor del narcodelito: su naturaleza sangre.