Dos de los hijos de Máximo Ariel "Viejo" Cantero fueron imputados este miércoles por ordenar balaceras contra un domicilio de Garibaldi al 3400, cuya dueña fue constantemente amenazada para dejar su casa a Los Monos. Se trata de Alexis Claudio, alias "Tartita", y Ariel Maximiliano, alias "Chanchón", hermanos del líder de la banda narco, Ariel Máximo "Guille" Cantero. Los delitos ocurrieron mientras los dos ya estaban presos por crímenes.

"Chanchón" se encuentra condenado por el asesinato del policía Cristian Ibarra, quien fue acribillado en un auto en Dean Funes y Larralde el 22 de julio de 2019. "Tartita" cayó en julio del año pasado y fue acusado por asesinar de siete tiros a una joven en Colombres al 3000 el 17 de marzo de ese año. Este miércoles sumaron una prisión preventiva por plazo de ley, según ordenó el juez Román Lanzón, por las amenazas y las balaceras a una familia de la zona sur.

Los dos hijos del Viejo Cantero estaban en prisión al momento de encargar la usurpación, según expuso este miércoles el fiscal Pablo Socca en la audiencia imputativa. Los responsables de seguir las instrucciones de los hermanos Cantero fueron imputados en enero pasado por balear el domicilio. La propietaria declaró que eran constantes los ataques a tiros contra su vivienda y agregó que le habían dado plazo para abandonarla.

La mujer explicó que en 2018 había cambiado la casa con otra persona que vendía números a las visitas de la cárcel de Coronda. Puso además su Peugeot 206 y 100 mil pesos para realizar la operación. Ese inmueble fue baleado por última vez el 19 de enero pasado a las 13.30, cuando una mujer y un hombre dispararon desde una moto, se bajaron y la amenazaron. El gatillero además le puso su teléfono en la oreja para que dialogue con "Chanchón", quien le ofreció una casa temporal hasta que "se acomode".

"Soy Chanchón, mano derecha de los Cantero. Mirá, loca, te hablo por las buenas. Te doy un departamento para que vayas con tus hijos en Brasil y México (son paralelas) hasta que te acomodes y compres una casa en la villa. O atenete a las consecuencias. Si no lo querés entender se va a armar una masacre", le dijo Chanchón Cantero del otro lado del teléfono.

El fiscal Socca añadió que antes de esa balacera, en noviembre balearon la casa y le dejaron un teléfono a la mujer para que pueda comunicarse con la persona que la mantenía en vilo. La víctima se comunicó con el celular indicado, que resultó ser el que tenía "Tartita" Cantero en la cárcel de Piñero, los días 10 y 11 de noviembre del año pasado a través de Whatsapp.

A las 11 de la mañana del 10 de noviembre, "Tartita" se identificó como "el hermano de Guille Cantero", según el fiscal y la amenazó de muerte para que deje su casa. "Yo ya sé cómo viene la casa y cómo se la sacaron porque se la compré a una pariente de la vieja que se murió. Yo me hice cargo de la casa", le dijo a la mujer y le agregó: "Decime cuánto gastaron así les doy la teca (sic)".

"Tartita" después de esos Whatsapp le envió una foto de la fachada de su casa y dos horas después le escribió: "Vos me tenés que dar la llave de la casa. Si no salís ahora te mando a matar. ¿Tantas vueltas vas a dar para entregarme la llave? Entregame la llave, soy el hermano de Guille".

"Listo. ¿Querés conocerme? Ahora mando a los guachos esos que tenés ahí. Me entregás la llave o te mando a hacer cualquiera y la liga tu familia. Decime vos", le escribió posteriormente.

"Tartita" siguió con las amenazas a las 22.30 de ese mismo día: "No voy a dar vueltas. Sé dónde vive tu familia. Fijate. Para mañana quiero la casa. No quiero que los pibes me digan que no querés salir porque le hago cualquiera a vos, a la gordita y a los dos que llevaron ahora. Los conozco muy bien".

El 11 de noviembre, pero al mediodía, continuó: "¿Ya desalojaste? Prepará la llave. Ahí te mando a los pibes. No te compliques. Sacá todo lo que tengas porque te hago tirar todo afuera y te hago dar con todaaa (sic)".