Diferentes funcionarios del oficialismo salieron este martes a cuestionar a Alberto Fernández y responsabilizaron al candidato presidencial del Frente de Todos por la suba del dólar y del riesgo país.

El ministro de Producción, Dante Sica, exhortó a los candidatos políticos a “preservar la estabilidad” y dijo que las declaraciones de Fernández, en contra del acuerdo del gobierno con el FMI, "le costó al país US$ 300 millones".

"Este no es un período de transición, pero hoy la estabilidad no es sólo un compromiso del gobierno sino que debe ser también de los otros sectores; una declaración de ayer de Alberto Fernández le costó al país US$ 300 millones", dijo Sica en la jornada de Idea en La Boca.

En el mismo sentido, el candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, Miguel Pichetto, criticó al postulante presidencial del Frente de Todos y aseguró que "juega al juego del bombero y al incendiario".

En ese sentido, lo acusó por "fogonear la tempestad" sobre la situación económica después de la reunión que mantuvo con los enviados del FMI.

Pichetto recordó que en la "última semana" Fernández "emitió" durante el seminario del Malba un "mensaje razonable dirigido al sector empresario y al frente externo, y habló de que no iba a haber default".

Sin embargo, advirtió, "después habló de reestructurar la deuda como se hizo en 2005, con una quita del 75 por ciento".

"Esto indica que hay una actitud de fogonear la tempestad y en la situación económica internacional y la mirada que hay de la Argentina, si uno de los candidatos más votados emite este tipo de enunciados aparecen escenarios y contingencias financieras que se han agravado ayer muy claramente con la actitud que tuvo en el diálogo con el FMI", añadió.

Pichetto dijo que la oposición busca "generar escenarios de mayor complejidad económica y que el dólar se viralice, planteando siempre que el escenario peor para la Argentina es mejor para ellos para tratar de fortalecerse en el marco electoral".

En ese sentido, razonó que "este juego de jugar al bombero y después al incendiario es complicado porque denota discursos ambivalentes: en un ámbito soy razonable y moderado y en otro tengo planteos rupturistas, y eso no es bueno para la Argentina".

"No hay vacío de poder, eso es una locura que también están alimentando las usinas kirchneristas", dijo Pichetto y concluyó: "No puede haber anticipo de elecciones porque eso es un escenario de desestabilización muy grave".