Cuando la policía allanó el 17 de noviembre el barrio 7 de Septiembre y otras zonas del noroeste en busca de miembros de la “Banda de los Menores”, gavilla sindicada de disputar el control del narcomenudeo en ese sector, uno de los testigos convocados para el operativo resultó tener pedido de captura y, por carambola, resultó ser el único detenido de la redada. El joven en cuestión, Kevin “Ken” o “Arnold” Méndez (25) está señalado por la Fiscalía de ser un soldadito de la banda de Francisco “Fran” Riquelme, con sede en otro barrio caliente del noroeste: Empalme Graneros.

Méndez, que había zafado de varios allanamientos a los Riquelme, fue imputado este viernes por el fiscal Adrián Spelta bajo calificación de miembro de asociación ilícita agravada por la participación de menores de edad y, tras la exposición de la Fiscalía y la defensa, la jueza Silvia Castelli le impuso prisión preventiva por el plazo de ley.

Méndez, se dijo, integraba el remanente en la calle de la banda que ya tiene 25 detenidos mayores de edad, y al menos tres adolescentes en sus filas y otros tres con pedido de captura, entre ellos Jonatan, hermano del cabecilla, indicaron fuentes judiciales.

La imputación lo señaló como “encargado del control, custodia y rendición de cuentas” de un búnker de drogas. El 2 de mayo de 2022, según archivos policiales, Méndez fue demorado por portar un chaleco antibalas con insignia policial en el Hospital Alberdi, a donde había llegado en un Chevrolet Corsa que trasladó a un herido por disparos en Sotomayor y Lucio V. López (a una cuadra de Felipe Moré y French). Quien estaba al mando del auto era un pastor evangélico que dijo haber prestado auxilio ante la premura del caso. En el lugar quedaron regadas unas 20 vainas. Esa noche también demoraron a otro soldadito enchalecado, de 16 años.

La banda de Riquelme tuvo decenas de allanamientos desde 2020. “Fran” está fuera de las calles desde el de 3 de abril de ese año, cuando allanaron su feudo, en Felipe Moré al 600 bis. Un testigo reservado indicó que por esos días, Fran se hacía llamar el Pablo Escobar de Empalme.

Este nombre ligado al narcomenudeo está imputado como organizador de un grupo que según la Fiscalía está apadrinado por el capo mafia Esteban Alvarado.

La gavilla, dijeron los fiscales, actuó sin oponentes hasta julio de 2021, cuando irrumpió en el territorio una alianza tributaria de los Monos y encabezada por Matías “Pino” César, uno de los condenados por atentar contra edificios judiciales en 2018 en nombre del clan Cantero. Gran parte de los homicidios registrados en los barrios Ludueña, Empalme, Larrea e Industrial en los últimos años están atribuidos a esta contienda callejera por la hegemonía de la venta de droga y el cobro de extorsiones, pero también a la espiral de venganzas que se retroalimenta con cada asesinato.

Además Riquelme está imputado por intentar matar a tiros a Mariana Ortigala –testigo estrella en el juicio contra Alvarado, luego presa por extorsiones en nombre de los Monos–, caso por el que espera juicio.

Igual, siguió sumando acusaciones desde el encierro. De hecho, fue imputado este año junto a tres secuaces por ordenar balaceras contra las escuela "Rosa Ziperovich" y "José Mármol", la cárcel de 27 de Febrero al 7800 y las comisarías 16ª y 20ª, atentados ocurridos entre abril y mayo en protesta por incidentes carcelarios y requisas. Y por encargar homicidios al voleo, como el de Leonardo “Nano” Rodríguez, un changarín al que un tiratiros de la banda fusiló en el cruce de Teniente Agneta y la vía en abril cuando había salido a comprar una cerveza.