El contenido del celular de Eric Gabriel Enrique, un joven de 23 años que a la par de su trabajo en una fábrica de plásticos oficiaba de sicario, aportó un cúmulo de evidencias para dar por esclarecida una serie de crímenes y balaceras cometidas en la primera mitad del año.

El 26 de abril, Enrique fue detenido portando una ametralladora dentro de un Fiat Uno con dos patentes distintas, su teléfono fue incautado y el peritaje posterior dejó atónitos a los investigadores. Del aparato se recuperaron videos de filmaciones de asesinatos y una serie de conversaciones muy comprometedoras que siguen arrojando tela para cortar en audiencias judiciales sobre hechos recientes.

A criterio de la Fiscalía, el instigador fue Francisco “Fran” Riquelme (32), nombre ligado al narcomenudeo en Empalme Graneros y Ludueña, que está detenido desde abril de 2020 a la espera de un juicio por atentar contra la vida de Mariana Ortigala, testigo en el juicio que terminó en prisión perpetua para el capo mafioso Esteban Alvarado.

Por el contenido del celular de Enrique y otros indicios, Riquelme ya fue imputado como el artífice de atentados a escuelas y comisarías entre abril y mayo y, además, se encuentra acusado de comandar una asociación ilícita que, actualmente, posee 24 personas en sus filas.

El Fiat Uno en el que fue detenido Enrique a fines de abril.

Así las cosas, este jueves Enrique y Riquelme comparecieron –al menos por videoconferencia– ante la jueza María Trinidad Chiabrera junto a Alexis David “Paisa” Álvarez (22) para ser imputados por el fiscal Gastón Ávila por el ataque homicida que tuvo como víctima fatal a Leonardo “Nano” Rodríguez, un changarín que se las rebuscaba como albañil y era ajeno a los conflictos del mundillo del narcomenudeo. La orden era matar a cualquiera y dejar un cartel sobre el cuerpo, dijo el fiscal. En la misma jornada, se expuso evidencia para imputar el crimen de Juan Cruz Ferrari, que también fue filmado y está atribuido a la misma banda.

El 16 de abril –10 días antes de la caída de Enrique–, Noni fue muerto a tiros en el cruce de Teniente Agneta y la vía (cerca de pasaje Rafaela) en Ludueña. Sobre el cuerpo, dejaron un mensaje. También fue herido de dos disparos Hernán, conocido de Noni. Juntos volvían de comprar una cerveza en el minimarket 24 horas frente al Village y al llegar a la vía una pareja en moto les disparó.

Hernán pudo sortear la muerte corriendo despavorido por las vías. Luego declaró: “El que manejaba tenía una visera y estaba encapuchado. A la chica no la llegué a reconocer, estaba todo oscuro. Eran casi como las 4 de la mañana. Y en un momento Rodríguez me dijo «eh»; me di vuelta y vi que el que manejaba la moto se había bajado y venía caminando hacia nosotros a los tiros, con una pistola. Y ahí fue todo una secuencia rápida, escuché tiros y vi que Rodríguez cayó desplomado, yo salí corriendo por la calle esa de tierra. El que se bajó no dijo nada. Empezó a disparar de la nada”.

“No sé cuántos tiros recibió Rodríguez. Y en ese trayecto que salí a correr seguí escuchando tiros, a mí me pusieron dos tiros, uno en el hombro y otro me rozó la rodilla. Yo llegué hasta Humberto Primo y Felipe Moré, ahí encontré a Gendarmería y me asistieron. Me llevaron al Heca”, señaló Hernán en la Fiscalía.

"Estoy esperando, pero no camina nadie, loco"

 

En el teléfono secuestrado a Enrique surgieron conversaciones de esa madrugada con el apodado Paisa que arrojaron un minuto a minuto de la secuencia, relató el fiscal Ávila en la audiencia.

“La cosa es que ustedes vayan y dejen sí o sí, cumpa, sí o sí. No los quiero hacer venir al pedo, ni que ustedes pierdan su tiempo, nada, quiero que vayan y aseguren sí o sí, y le dan una buena plata siempre”, indicó Paisa a Enrique. Era las 1.10.

Sí, perro, ya te dije yo; es seguro, sin comer tierra”, replicó Enrique.

“Dale, listo, listo, pero tiene que ser lo más antes posible, acordate, amigo, porque yo dentro de un ratito me voy a un baile. Ahora a las dos yo me voy, por eso te decía para hacer ahora, que recién me avisaron que salió una laburito. Igual, ustedes ya saben a donde tienen que ir, es fácil. Yo les doy con la que larga toda, que tira bien copado, con la que fueron la última vez”.

Para la 1.30, Enrique desistió de ir a buscar a su amigo Kevin Leandro Sosa –involucrado en otras causas de homicidio y balaceras–, ya que no lo encontraba por ningún lado. En cambio, consiguió que su “minita”, Magalí Blasco, filmara el encargo homicida. La joven fue imputada la semana pasada y se encuentra detenida.

Minutos después de las 2, la pareja que iba en una Honda Wave filmó a un grupo de seis pibes que pasó por la vía, pero no se atrevió a atarcarlos. “No solamente que están re lejos, sino que son una banda”, señala un audio de Magalí Blasco.

Cerca de las 3, pasó otro peatón por el cruce ferroviario, pero no se decidieron a atacarlo. También fue filmado.

A las 3.35 Enrique consultó a Paisa. “Perro, ¿tiene que ser sí o sí en esa cuadra? Estoy esperando, pero no camina nadie, loco. Si no, si se me acaba la paciencia, perro, voy a golpear una puerta, y que abra la puerta de alguien y le pego y fue”.

Tres minutos después fue filmado el video que muestra el ataque a Rodríguez y a Hernán O. “El conductor de la motocicleta, vestido con una campera negra, pantalón tipo jean de color claro y zapatillas blancas, monta un arma de fuego de puño, tipo pistola, y corre en dirección a las dos personas que caminaban, quienes se encuentran a la altura de un paso a nivel”, describió la secuencia el fiscal Gastón Ávila.

Luego, Enrique se muestra sorprendido porque tras cometer el crimen lo sorprendió una serie de disparos que pudo esquivar: “Cumpa, había un par de soldados y me sacaron a los tiros re mal. Le pegué, se cayó y fui y lo rematé en la espalda, pero el otro que salió corriendo no pude, y ya cuando miré para el costado estaban todos los soldaditos”.

Hernán O., testigo del ataque: pudo sobrevivir, pero recibió dos disparos.

“No sé si alcanza a ver en el video –agregó Enrique en un audio al Paisa–, cuando me bajo, le grito para que se dé vuelta, le pego, se cae, le tiro al otro que sale a correr y me acerco, le dejo la carta y le tiré ahí en la espalda también. Le quería dar en la cabeza, pero venían los otros ahí. Y no me dijiste que en el pasillo se ve que hay soldados, porque fue ahí nomás, en la puerta del pasillo digamos, no sé si se alcanza a ver bien en el video”.

Captura del video recuperado en el teléfono de Enrique.

“Se le imputa a Eric Gabriel Enrique, Magalí Lourdes Blasco, Alexis David Alvarez y Francisco Ezequiel Riquelme, haber ocasionado intencionalmente la muerte de Leonardo Rodríguez y haber intentado ocasionar la muerte de Hernán O. utilizando para ello un arma de fuego y mediando un precio o promesa remuneratoria. Desde el Complejo Penitenciario de Piñero (Unidad N.º 11) Francisco Riquelme determinó a Alexis David Álvarez para que organice la comisión del homicidio de cualquier persona que se encuentre en inmediaciones de Teniente Agneta y las vías de Rosario, ofreciendo una recompensa económica para quien ejecute el hecho”, dijo el fiscal Gastón Ávila.

Paisa Álvarez “cumpliendo el mandato que le encargó Riquelme, determinó, a cambio de una promesa remuneratoria de un monto aún no determinado, a Eric Gabriel Enrique a cometer el homicidio de alguna persona que transite por el lugar mencionado, ordenándole que deje un cartel luego del asesinato, y poniendo además a su disposición un arma de fuego tipo pistola calibre 9 milímetros y una motocicleta marca Honda Wave negra”.

Riquelme fue imputado como instigador, Enrique como autor, Paisa en calidad de instigador y partícipe necesario y Magalí Blasco, como partícipe primaria de un homicidio calificado por ser cometido a cambio de dinero y otro en grado de tentativa. La jueza convalidó la imputación y dictó la prisión preventiva por el plazo de dos años para los imputados varones que, de todas maneras, ya se encuentran detenidos por otras causas.