La extensa imputación al capo de la barra brava de Central Andrés “Pillín” Bracamonte discurrió en las últimas jornadas por los carriles del lavado de dinero. El fiscal Miguel Moreno acusó a Pillín junto a su socio Fernando Rigiracciolo de haber utilizado la firma Vanefra SRL –luego denominada ATE Servicios Integrales SRL– como “vehículo e instrumento del negocio del monopolio de la prestación de servicios” a empresas constructoras del cordón industrial de Rosario, impuesto a través de extorsiones y de “acuerdos venales” con dirigentes del sindicato Uocra.

Puntualmente, la Fiscalía sindicó al barrabrava y a Rigiracciolo –luchador profesional de kickboxing– de detentar el monopolio de la contratación de servicios de obra (viandas y baños químicos), impuesto a la fuerza por la sociedad Bracamonte-Uocra.

La Fiscalía citó que al menos siete empresas constructoras fueron inspeccionadas por personal de la Uocra y los representantes de estas firmas indicaron que, ya sea por recomendación o imposición del gremio de la construcción, la única opción a la hora de instalar baños químicos era Vanefra, o su continuación tras 2020, momento en que aparecen también las viandas: Ferce y ATE Servicios Integrales SRL.

Un testimonio citado por la Fiscalía señala que el sindicato de la Uocra sostenía que “Vanefra era la única empresa autorizada a entrar a la obra” y que “naturalmente todas las empresas allí instaladas tenían obligación de contratarla”.

Para la Fiscalía, “estas acciones y este modelo de maniobra, que se vincula directamente con los hechos actuales imputados bajo la intimación de asociación ilícita, se remontan a 2018”.

Este cuadro “contribuye a explicar los incrementos patrimoniales desmedidos, oportunamente imputados, cuyos delitos determinantes agregan, a los actos de usufructo ilegal del tesoro de Rosario Central, la explotación de la alianza ilícita y venal entre Bracamonte y los integrantes de la Uocra imputados”, indicó el MPA.

En ese marco, para la fiscalía, la gran cantidad de dinero en efectivo hallada en la casa de Bracamonte al momento de ser allanado –6 millones de pesos en efectivo– y en la del secretario de la Uocra Carlos Vergara –39 millones– fortalecen los indicios de lavado de activos.

Los fiscales mencionaron que merced a su ascenso como líder de la barra, Bracamonte experimentó un “rotundo cambio de estilo de vida”.

“Pasó de vivir –describió el fiscal Moreno– en un departamento del monoblock 77 de calle White, a residir en el barrio privado Club de Campo Los Alamos de Ibarlucea, a tener autos de alta gama, bienes de lujo como moto de agua, cuatriciclos, la constitución de varias empresas con amplísimos objetos sociales, con alta facturación como es el caso de Vanefra cuya verdadera actividad no se advertía hasta el momento”.

En rigor, la imputación por lavado de activos a Bracamonte y a su socio Rigiracciolo es una continuación de la carpeta judicial de 2020. Hace tres años Pillín fue imputado por lavado de dinero en “dos partes”. La primera, en la colocación de bienes a nombre de familiares y allegados; la segunda, en la compra de bienes que figuraban a nombre de las sociedades que creó y/o adquirió entre 2017 y 2019 (Vanefra SRL; Ser-Eco SRL; Ruffino SAS; y Kabrasi SRL). Su sociedad con la Uocra aún no había salido a la luz, al menos judicialmente.

Por entonces, le atribuyeron bienes por 38.404.324,65 pesos que, según el fiscal, provienen de "presuntos ilícitos penales como amenazas coactivas, extorsiones, posible participación en maniobras defraudatorias que permitieron sus negociados ilícitos desde su posición de jefe de la barra brava de Rosario Central, con el objetivo de que adquieran la apariencia de un origen lícito".