Un joven policía y el dueño de un gimnasio, que están imputados por el robo de 11 armas y 107 municiones de la sección Balística de la Agencia de Investigación Criminal –que fueron encontradas en un “aguantadero” de Empalme Graneros que está vinculado con Los Monos–, seguirán presos por 45 días. La situación fue acordada este jueves entre el fiscal Matías Edery y la defensa de los acusados, por lo que no hubo audiencia en el Centro de Justicia Penal.

Los imputados que continuarán en la cárcel durante el desarrollo de la investigación son Juan Carlos Belotti (21 años), que se desempeñaba dentro de la AIC, y Stefano Lucas Alessandro (20), titular de un gimnasio de la zona noroeste de Rosario.

Belotti cayó por haber robado de la AIC once pistolas –calibre 22, 9, 11.25, .380 y .40– para luego entregárselas a Alessandro a cambio de una Honda XR Tornado, de acuerdo a la acusación llevada a adelante por los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra de la Agencia de Criminalidad Organizada. 

Hay un tercer imputado en la causa, que es Lautaro Greco, cuñado de Alessandro. Es quien se delató solo al postear una foto de todas las armas y frascos con flores de marihuana en una historia de Instagram con el tema “Hasta abajo” de Callejero Fino, un referente de la cumbia RKT.

La historia de Instagram que subió Greco y que delató el arsenal robado.

A Greco le hallaron las armas en un “aguantadero” de Garzón 982 bis el pasado 20 de abril. Está preso, y la discusión sobre el vencimiento de la medida cautelar se dará en los próximos días.

Las armas de fuego me las trajo el lunes mi cuñado, Alessandro Lucas, y me dijo que el martes las pasaba a buscar. Yo lo conozco hace muchísimo y cómo favor de perejil le dije «bueno, yo te las tengo hasta mañana». Yo le pedía por favor que me las saque, y el miércoles fue que me cayó el allanamiento. Se las vendió un policía que lo conoce del gimnasio”, declaró Lautaro Greco tras ser imputado.

La sección Balística de la AIC, bajo investigación del Ministerio Público de la Acusación.

La actitud de Belotti parece no haber sido aislada dentro de la Agencia de Investigación Criminal. Dentro de la causa están bajo investigación varios de sus compañeros, incluso Cristian “Mosquito” Chimenti, hermano de la jefa de la Policía Emilse Chimenti. En ese marco, fueron incautados 30 celulares a policías, que fueron enviados a peritar. 

Uno de los agentes que trabajaba en la misma división que Belotti declaró: “Estaba trabajando una causa compleja, tengo todo el material que estoy trabajando en la oficina del microscopio abajo de la cámara, las armas selladas y lacradas con firma mía, lo que es el mecanismo y las vainas y balas individualizadas en una caja sellada y lacrada con firma mía. Un día llego y veo que estaba desordenado. Me voy a las cámaras y reviso la filmación. Veo que en la noche anterior a mi guardia estaba este muchacho Belotti y otro de los nuevos que no sé el apellido, manipulando todo el material que estaba dentro de la oficina. Sacaban las cosas, las armas, se sacan fotos con las armas, mueven los secuestros”.

La investigación puso de relieve la precariedad de instalaciones de la oficina de Balística de la AIC, que funciona dentro del predio de la Jefatura de Policía de Rosario. En la imputación a Alessandro hay incorporado el testimonio de un uniformado que señala que en esa división “no hay personal fijo para recibir los secuestros, lo hace el que atienda la puerta”. “Al armamento secuestrado tiene acceso todo el personal de Balística, ya que no quedan bajo llave”, aseveró.

“A simple vista hay un montón de irregularidades. Hay muchísimo material que debiera estar remitido a destrucción. Cajas y cajas. Material que no tiene seguridad ni trazabilidad. Muchas municiones están resguardadas de una forma que no se pueden asignar a una utilización especificar. Vemos que hubo un desmanejo muy preocupante”, dijo el pasado 27 de abril el fiscal Luis Schiappa Pietra, otro de los que encabeza la causa.