Tras la imputación de un joven policía que habría entregado armas que estaban bajo custodia, en trueque o venta, desde el Ministerio Público de la Acusación intentan determinar ahora cuántas armas y municiones faltan de la Sección Balística de la Agencia de Investigación Criminal (AIC). Por lo pronto, advierten que la cantidad “es preocupante” y que ya hace un tiempo, por otras irregularidades, usan los servicios de Gendarmería para hacer algunas pericias.

En contacto con el programa Radiópolis (Radio 2), el fiscal Luis Schiappa Pietra señaló que el problema en Balística, excede el caso del policía imputado este martes y a quien seguramente, anticipó, volverán a imputar por otros delitos en los próximos días. Señaló que el “caos administrativo y la falta de control (de esa sección) es el escenario propicio para un montón de maniobras vinculadas con el armamento, hay algo más profundo que es cómo se provee de armas a un mercado negro muy grande que tiene Rosario y que genera muchísimos hechos y atentados”.

El fiscal advirtió que ya, “a simple vista”, se notan “un montón de irregularidades, hay muchísimo material que debiera estar remitido a destruccición, muchisimo, cajas y cajas: material que no tiene seguridad ni trazabilidad, mucha munición que está resguardada de forma que no se puede asignar a una utilización especifica”. “Vemos que ha habido un desmanejo muy preocupante”, sostuvo.

E insistió, el problema excede el caso del agente Juan Carlos Bellotti, imputado este martes por sustracción de evidencia. Lo acusaron de haber robado 11 armas de Balística y haberlas vendido al dueño de un gimnasio, que resultó ser cuñado de un sujeto al que le encontraron un arsenal en Garzón al 900 bis.

Schiappa Pietra agregó que de esas 11 armas, dos corresponden a la Armería Central, que provee a los uniformados de sus armas. Bellotti tiene 21 años y hacía cuatro meses que había ingresado a la Policía; los últimos dos estuvo en Balística.