Mario Villarreal, abogado de Sebastián Romero, más conocido como “el hombre del mortero” por lanzar pirotecnia con un arma casera en medio de una protesta frente al Congreso, defendió el accionar de su cliente argumentando que “no hirió ni lastimó a nadie” y que decidió irse del país tras sentirse perseguido por el gobierno de Maurcio Macri.

Villarreal indicó a Telenoche (El Tres) que no sabía que Romero estaba en Uruguay, lugar donde fue detenido el fin de semana tras dos años de estar prófugo y con pedido captura de Interpol tras los incidentes durante el debate de la reforma previsional en 2017. “El delito por el que se lo acusa es de intimidación pública, y tiene una pena de 2 a 6 años de prisión que es excarcelable, más aún cuando él no tiene antecedentes”, indicó.

Sobre su accionar de aquel día, dijo que “no fabricó ningún arma, era una rama de un árbol atada con una pirotecnia de venta libre que no tenía capacidad de daño”.

“No es un delincuente, es un trabajador” dijo sobre el hombre nacido en Rosario y que fue delegado de General Motors e integrante del Partido Socialista de Trabajadores Unificados, a través del cual buscó ser diputado nacional años atrás.

Ante la pregunta de por qué se fugó, Villarreal precisó que lo hizo al sentirse perseguido por el gobierno nacional. “Había una persecución por parte del gobierno de Mauricio Macri y Patricia Bullrich y se ofrecía un millón de pesos por alguien que partició en una movilización, cuando por genocidas se ofrecen 200 mil pesos”, expresó, y agregó: “No tengo ninguna confianza en la justicia federal de este país ya que el día de la movilización fue detenido Daniel Ruiz y liberado 13 meses después cuando Macri perdió las elecciones”

“Romero sabía que si se presentaba ante la Justicia iba a ser encarcelado indebidamente, por eso no se presentó”, explicó su abogado, que luego fue consultado de por qué no se entregó cuando finalizó el gobierno anterior: “Estaba buscando la forma de conseguir regresar al país después del cambio de gobierno, había iniciado un trámite con la comisión de Derechos Humanos. Yo no se si estaba en Brasil o Uruguay, lo que se es que no estaba escondido en una cueva ni opuso resistencia al ser detenido”.

Villarreal insistió en que pedirán su libertad aunque apuntó al juez de la causa: “Canicoba Corral tiene cinco pedidos de juicio político por enriquecimiento ilícito, ¿Quién cree en su imparcialidad?”, se preguntó.