Santago del Estero (enviado especial).- Si no fuera por el sonido de los helicópteros, las camionetas policiales en la puerta de los hoteles y la agitación que se vive en el par de manzanas donde está ubicados el centro de convenciones Fórum, este sería un sábado más de primavera en Santiago del Estero. Durante la mañana el resto de la ciudad estaba tranquila, en el centro con actividad moderada en los comercios, y más tarde, con el sol libre de nubes, las calles quedaron desiertas por la siesta obligatoria.

El debate presidencial no parecía romper la tranquilidad de los habitantes del lugar, su hablar pausado, la amabilidad, la buena onda que transmitían el taxista, la vendedora ambulante y la travesti que cantaba canciones de Liza Minelli a 50 metros de la Catedral, en la plaza Libertad.

Pero en la rotisería que vende comida árabe y argentina frente a la Casa de Gobierno y al lado del hotel Hilton sí había inquietud por el evento que va a poner este domingo a Santiago del Estero en el foco de todo el país. “Acá van a parar Javier Milei y Sergo Massa (en realidad el ministro de Economía tiene una reserva en el Hilton pero también otra en un hotel de Río Hondo) y ya la policía nos avisó que van a cortar la calle. A nosotros nos mata, porque son los días de más venta y no creo que los candidatos nos vengan a comprar la cena a nosotros”, lamentaba la dueña.

Esa zona, el centro histórico, queda a pocas cuadras de Fórum, un centro de convenciones hecho a nuevo donde estaba la estación del Ferrocarril Mitre y que para Rosario bien podría ser razón de envidia. Allí se realizará el debate de los candidatos a presidente, a quienes esperaban en el lugar para el atardecer por separado, como si fueran los jugadores de fútbol que salen a la cancha un rato antes para reconocer el campo de juego.

Por lo tanto, había en esa área una concentración de integrantes de las fuerzas de seguridad, periodistas y camiones de los canales de televisión que contrastaba con lo que pasaba en el resto de la ciudad, caracterizada por la calma. El operativo de vigilancia coordinado por la Policía local, dijeron fuentes del gobierno provincial, no tiene precedentes e involucra también a Gendarmería y Policía Federal. La ciudad habitualmente calma, o al menos parte de ella, quedará militarizada este domingo. 

Los contrastes, hay que decirlo, son toda una marca de Santiago del Estero, una ciudad que se fundó en 1553, que guarda tradiciones ancestrales y que tiene importantes edificios históricos en perfecto estado de conservación. Pero también, por detrás de esas fachadas antiguas, sobresalen construcciones muy modernas, con diseño de avanzada, algunas de ellas hoteles y otras levantadas por el propio Estado.

La Cámara de Diputados, ubicada frente a Fórum, la Jefatura de Policía e incluso la estación terminal de ómnibus Néstor Kirchner, algo m{as vieja, son ejemplos. Pero ningún edificio sobresale como el complejo Juan Felipe Ibarra, al que algunos llaman las torres gemelas de Santiago del Estero. Esas construcciones albergan a los ministerios de Educación y Economía de la provincia y están vinculadas entre sí por dos puentes que permiten cruzar de una a otra a la altura de los pisos 7 y 14.

En realidad, la inversión pública es notoria en esta ciudad desde el mismo momento en que se ingresa a ella y, a la orilla del río Dulce, se impone el estadio Madre de Ciudades, un complejo que produce una primera imagen que impresiona.

Pero a la vez, el conglomerado que conforman Santiago del Estero y La Banda es uno de los que quedó en la parte superior del ranking más duro que difundió el Indec esta semana: el de pobreza e indigencia. Está quinto a nivel nacional, con un 46,5 por ciento de población cuyos ingresos no llegan a cubrir la canasta básica y un 7,1 por ciento que no tiene ni siquiera para satisfacer las necesidades alimentarias. 

Acaso la cuestión de la pobreza del país en general, y la de Santiago e particular, sea tema en las exposiciones de quienes aspiran a gobernar esta Argentina tan contradictoria como la misma ciudad que este domingo alojará una discusión clave para el futuro nacional. 

Debería ser así.