El subsecretario de Intervención federal del Ministerio de Seguridad de la Nación, Federico Angelini, sostuvo que la detención de cinco policías le plantaron a un joven supuestamente vinculado a una banda narcocriminal para favorecer a otra es la punta del iceberg de un “problema estructural” de la fuerza de seguridad santafesina, para la cual reclamó a la provincia una “reestructuración profunda”.

“Esa operación no es solamente de cinco policías. La verdad es que es preocupante. Hay un problema estructural en la policía de Santa Fe, donde las organizaciones delictivas se han infiltrado, y claramente eso amerita una reestructuración muy profunda”, dijo Angelini en diálogo con el programa Radiópolis, de Radio 2.

El funcionario nacional fue muy enfático en señalar que esto no puede quedar solamente en la investigación sobre los agentes detenidos y en que es necesario mirar más allá. “Para hacer un procedimiento, plantar armas a una organización para correrla de una zona y que pueda actuar otra, tiene que haber algo más profundo y ojalá el fiscal (Franco) Carbone pueda llegar al final del hilo”, enfatizó. 

Y en un claro mensaje a la administración Pullaro, agregó: “Pero hay que tomar una decisión, actuar caiga quien caiga”.

Angelini defendió la actuación de las fuerzas federales en Santa Fe y le quitó importancia al debate sobre si necesitan o no más efectivos. “El trabajo de las fuerzas federales es la lucha contra la narcocriminalidad y estamos prestando colaboración en pacificar nuestra querida ciudad, que se ha manchado de sangre”, explicó.

Y sumó que lo que está gestión hizo con el Plan Bandera es “un cambio de estrategia donde más allá de la cantidad de fuerzas federales lo que estamos haciendo es mucha inteligencia criminal, mucha inteligencia penitenciaria” para aislar a los presos de alto perfil, “cortándole vías de comunicación con el exterior que permitían a los jefes narco seguir manejando sus organizaciones y generando caos desde la cárcel”.

Esa estrategia conjunta con la provincia, entiende el funcionario, dio hasta ahora buenos resultados, algo que se refleja en una baja considerable en el número de asesinatos. “No es para festejar, porque mientras haya un hechos de violencia hay que seguir trabajando. Es un paciente en estado crítico, vamos a tener buenos momentos pero también vamos a perder alguna batalla. Pero los números marcan que estamos por el buen camino”, enfatizó.