“Muchas balas, mucha sangre. Necesitamos que nos cuiden más”. El intendente Pablo Javkin se permitió levantar el tono, amplificar el reclamo que serpentea por cada barrio de la ciudad, motiva manifestaciones e invade pantallas de televisión y celulares. El planteo lo hizo a su estilo, “no en términos confrontativos” sino desde “el laburo compartido” y admitiendo que también la Municipalidad tiene su montaña de reclamos y mucho por hacer en materia de sistema de videovigilancia, alarmas comunitarias, poda, iluminación, arreglo y apertura de calles, transporte, información territorial. 

Reclamó “resultados directos de mayor impacto a la hora de proteger a los vecinos”. Pidió recursos elementales vinculados a lo operativo: “Más patrulleros, más motos policiales, más luces azules cuidando a nuestros vecinos”, mayor intervención de fuerzas federales. 

Subyace en el planteo de Javkin su preocupación por la mezcla entre el “temor de salir a la calle y que nos roben o nos maten”, con el escenario de postpandemia; con su 50 por ciento de pobreza, los 10 puntos de caída del PBI, inflación y clima de antipolítica. Suele comparar el 2021 y las secuelas postpandemia con el 2002 postcrisis, aunque recalca la ausencia actual del entramado institucional que se montó aquellos años para superar el quiebre económico e institucional que se había dado en el país. Cree que la dirigencia política en general tiene poco registro de lo que estamos pasando.

Javkin no cree que el reclamo afecte la relación que construyó con el gobernador Omar Perotti.

Recorrer las calles juntos, llevarlo a almorzar, amigarlo con la ciudad y su gente le permitió afianzó un vínculo que le da algunas garantías de paz político-territoriales y dialogar dos, tres o las veces que hagan falta cada semana. Ahora consideró que era el momento de mostrarle a los rosarinos que esa cercanía no le impide disentir y exigir. Un intendente que no se ponga al frente de los reclamos de su ciudad pasa a ser parte del problema. 

La concejala Verónica Irizar fue la que manifestó la satisfacción del socialismo por “la postura más rigurosa” a la hora de reclamar a los gobiernos provincial y federal por la seguridad. Irizar expresa la posición de socialistas y radicales que compulsan día a día con el gobierno provincial. Javkin es parte del Frente Progresista, y si quiere liderar el armado de listas, evitar competencias internas en las Paso y quizás opinar en la lista de diputados nacionales, a cambio le exigirán mínimas señales de acompañamiento.

Para eso falta. Recién en abril-mayo Miguel Lifschitz confirmará su candidatura a senador nacional. Hoy es más sí que no y de hecho se mueve y recorre como candidato, pero la decisión la tomará cuando esté el cronograma electoral y asomen los candidatos del peronismo. También influirá en esa decisión el clima político del país.

En cuanto al Frente de Todos, el acercamiento de Perotti a sectores del kirchnerismo, más por necesidad que por convicción, y el alineamiento de su senador Roberto Mirabella con Cristina Fernández no evitan que sea la actual senadora María de los Ángeles Sacnun la que tenga las mayores posibilidades de encabezar la lista del Frente de Todos. Es un lugar incómodo para el gobernador que la lista de Santa Fe la definan en Buenos Aires entre Cristina y Alberto, pero eso también es parte de una película mucho más grande, donde juegan los equilibrios internos del oficialismo, y el control del Senado nacional resulta clave para la vicepresidenta.

Vacunas y clases

Con el operativo de vacunación encaminado y sin contratiempos importantes, la expectativa se centra en el abastecimiento de dosis desde Nación, que viene siendo muy ajustado. La próxima semana estará marcada también por la paritaria provincial, que llegó hasta aquí en función de los tiempos de regreso a clases. Oferta y vacunación todo en un mismo combo. 

A partir del lunes, si hay acuerdo salarial, comienza el capítulo regreso a clases, con la modalidad que cada escuela haya decidido de acuerdo a sus circunstancias, posibilidades y buen entender dentro del menú de posibilidades que ofreció el protocolo oficial. El desafío de contener y manejar expectativas, será tan extraordinario como inédito para directivos, supervisores y funcionarios.

Seguridad y el futuro de Sain

Hay un dato que es revelador sobre la profunda crisis política que mantiene enfrentados al Poder Ejecutivo y la Legislatura: entre el 30 de diciembre pasado que se aprobó la ley 1425 (ley tributaria) y hoy, la Legislatura aprobó una sola ley, la 1426 que subsanó el desmedido aumento de Patentes. Cabe recordar que en extraordinarias sólo se tratan leyes habilitadas por el Ejecutivo. No hay señales de que las cosas fuesen a cambiar. A eso se suma el delicado equilibrio que tiene que hacer la vicegobernadora Alejandra Rodenas por su pertenencia al espacio interno del peronismo con el que el gobernador mantiene un enfrentamiento frontal. Esta semana Perotti y varios ministros cuestionaron públicamente los últimos movimientos promovidos por los senadores en relación a la Justicia y que involucraron a la vice.

En esa confrontación el ministro de Seguridad Marcelo Sain es un actor clave. El viernes eligió la presentación de la mesa de seguridad en Firmat, cuyo intendente es muy cercano al diputado Maximiliano Pullaro, para tirar un carpetazo. Apuntó contra Pullaro y el senador Lisandro Enrico, ambos de la UCR, con una mención a escuchas telefónicas que desmostrarían “connivencia” entre el excomisario de Drogas Alejandro Druetta, preso y juzgado en estos días por narcotraficante, con el diputado Maximiliano Pullaro y el senador Enrico, ambos de la UCR. Son tres conversaciones de hace 9 años que no suponen delito ni reproche legal. En todo caso expone a ambos legisladores en una situación de presionar al gobierno de Antonio Bonfatti por la situación del policía que había sido separado del cargo, le ofrecían asistencia legal, respaldo político y dialogaban en términos impropios.

Casi en simultáneo el diputadas y diputados del Frente Progresista denunciaron en la Justicia a Sain por la licitación para la compra de armas que un juez ya suspendió, pero que podría derivar en la apertura de una investigación penal que podría dificultar el regreso de Sain al Organismo de Investigaciones si este intentara hacerlo. 

La política santafesina se quedó sin red, sin salvoconductos que eviten este golpe por golpe sin tregua que ya lleva más de un año entre Ejecutivo y Legislatura.

En Rosario se reproducen protestas por seguridad; en la Legislatura las dos cámaras esperan que llegue mayo y las sesiones ordinarias para rechazar el veto a las dos leyes llamadas anti Sain (manejo de gastos reservados e incompatibilidad de funciones); y para completarla aparecen sospechas de megalicitaciones de armas y motos direccionadas.

En el caso de la armas el pliego de licitación fue diseñado en el Ministerio de Seguridad. No pasó desapercibido que el gobernador le haya encargado a Economía que se haga cargo de la corrección del pliego a través del área de Compras y Suministros.

A Perotti se le plantea la disyuntiva de reemplazar a Sain ahora, o abrazarse a él hasta que pasen las elecciones en el segundo semestre. En la primera opción necesitaría encontrar un ministro que genere un improbable cambio de clima antes de votar. La segunda es extender el estado de cosas actual hasta octubre. Una eternidad.

Cualquiera de las dos opciones implica para el gobernador reconocer que no acertó y que después de un año y medio está perdido en el mismo laberinto de la inseguridad que atrapó a los gobiernos que vino a reemplazar.