La transformación de Rosario en ciudad autónoma tiene este miércoles otro mojón histórico: el intendente Pablo Javkin firma a la mañana, durante un acto en el Mástil Mayor del Monumento a la Bandera, la promulgación de la ordenanza que el jueves pasado sancionó en Concejo. Más allá de lo formal, la ceremonia marca un punto de inflexión: luego de la misma comenzará a regir la parte resolutiva de esa normativa, que también incluye la convocatoria, para después de los comicios de 2027, a la Convención Constituyente que redactará la primera Carta Orgánica, una especie de miniconstitución local. Así lo que el jueves pasado fue una definición política del Concejo, ahora se convierte en un programa de gobierno con medidas concretas que analizan por estas horas las distintas áreas municipales involucradas.
La autonomía habilita a Rosario a resolver por sí misma sobre un conjunto de competencias que antes no tenía. En la práctica, eso significa que el municipio podrá ejecutar intervenciones directas en materia de salubridad urbana —como la limpieza de baldíos o terrenos privados en abandono crónico—, administrar y disponer de vehículos retenidos, reglamentar y gestionar su propia política de arbolado, constituir formalmente una mesa paritaria local con el Sindicato de Trabajadores Municipales, ordenar sectores del control urbano y del tránsito, dictar normas locales en materia de seguridad ciudadana dentro del marco propio y tramitar endeudamiento sin autorización previa de la Provincia.
“Ya giramos a cada área involucrada, que son casi todas las secretarías del municipio, la parte del texto que le corresponde para que analicen cómo se aplica en los hechos. Donde haga falta habrá decretos de reglamentación, pero en varios temas se puede actuar desde el primer día”, adelantó a Rosario3 el secretario de Gobierno de la Municipalidad, Sebastián Chale.
El plan de aplicación de la ordenanza de autonomía municipal será coordinada por la secretaria de Legal y Técnica, Juliana Conti, que fue quien trabajó la redacción del Ejecutivo y piloteó las modificaciones que se realizaron durante el debate en comisión en el Concejo. También ella evalúa en qué puntos se necesitan decretos específicos y en cuáles ya se puede avanzar.
Una de las primeras acciones visibles será la limpieza de baldíos y terrenos privados en situación de abandono. Hace años que la ciudad lidia con predios que se transforman en focos de insalubridad, pastizales y criaderos de mosquitos. Un problema que se agudiza en épocas de calor y lluvia como la actual, encima con alerta por dengue.
“La limpieza de terrenos que están abandonados por los particulares es un asunto al que hacía tiempo le dábamos vueltas y siempre había alguna dificultad jurídica para poder entrar. Eso va a cambiar en el corto plazo”, explicó Chale.
De hecho, en las últimas horas, con la ordenanza ya sancionada, la Secretaría de Ambiente y Espacio Público intervino sin dilaciones para limpiar un enorme terreno ubicado en Urquiza al 8000. Para ello contaba con una autorización de allanamiento firmada el miércoles pasado –un día antes de la sanción de la ordenanza– por la jueza Valeria Pedrana, para proceder a tareas de “limpieza, desmalezamiento, desratización e higiene”. La magistrada dio un plazo de 72 horas y la Municipalidad actuó de inmediato: el trabajo se hizo durante este fin de semana. “Así será de ahora en más”, explicó una fuente de la Intendencia.
Otro capítulo que puede ser de rápida resolución es el de la disposición de vehículos retenidos en los corralones municipales. Esta semana se realizará un inventario de unidades remanentes que están en condiciones de ser incorporadas al parque municipal. Sería, según el Ejecutivo, “una medida de cortísimo plazo”.
La formalización de la mesa paritaria municipal también forma parte de un paquete que se resolverá en el corto o mediano plazo. La idea es que tenga funcionamiento pleno a comienzos de 2026, cuando se discutan las actualizaciones salariales del año que comenzará en un mes.
La competencia sobre arbolado implicará, desde la óptica municipal, cambios que comenzarán a verse de manera próxima. Esto, dicen en el Ejecutivo, permitirá responder con mayor agilidad a las demandas de vecinos de distintos barrios, mejorar el espacio público y avanzar con políticas ambientales propias.
En cuanto al endeudamiento sin autorización provincial, las próximas solicitudes —las primeras del año próximo— podrán gestionarse directamente bajo el nuevo régimen autónomo. “Ni bien iniciemos 2026, la gestión de deuda será por el sistema nuevo”, confirmaron fuentes municipales. Esa herramienta permitirá al municipio financiar obras e infraestructura urbana.
Lo que vendrá
La ordenanza de autonomía, sin embargo, no es un punto de llegada sino un comienzo. Lo que activará el miércoles es el primer escalón de un proceso institucional más amplio, que tendrá otro momento fundacional en 2027, cuando se elijan los convencionales estatuyentes que redactarán la Carta Orgánica de la ciudad. Esa miniconstitución definirá la arquitectura institucional definitiva, los límites de competencias, los mecanismos de participación ciudadana, el régimen financiero y el estatuto del gobierno municipal.
Así, lo que hasta hace pocos años parecía una discusión abstracta —una especie de entelequia jurídica reservada para especialistas— empieza a traducirse en decisiones administrativas, operativos concretos y nuevas reglas de juego. Rosario vuelve a ocupar un lugar de experimentación institucional en una provincia que, tras la reforma constitucional, quedó habilitada para redefinir la relación entre los gobiernos locales y el poder central. Ese movimiento, que empezó con la sanción de la nueva Constitución y siguió con la ordenanza aprobada en el Concejo, encuentra ahora su primer capítulo real en la calle.
Como sea, y tras décadas de pedir que se ponga en marcha, Rosario se propone como punta de lanza del proceso autonómico dentro de la provincia de Santa Fe, tras la puerta que abrió en ese sentido la reforma de la Constitución que se sancionó este mismo año. Así, lo que hasta hace pocos años parecía una discusión abstracta, busca empezar a traducirse en decisiones administrativas, operativos concretos y nuevas reglas de juego. El desafío es que la autonomía municipal no sea solo humo.
La ordenanza de autonomía, sin embargo, no es un punto de llegada sino un comienzo. Lo que activará el miércoles es el primer escalón de un proceso institucional más amplio, que tendrá otro momento fundacional en 2027, cuando se elijan los convencionales estatuyentes que redactarán la Carta Orgánica de la ciudad. Esa miniconstitución definirá la arquitectura institucional definitiva, los límites de competencias, los mecanismos de participación ciudadana, el régimen financiero y el estatuto del gobierno municipal.
Así, lo que hasta hace pocos años parecía una discusión abstracta —una especie de entelequia jurídica reservada para especialistas— empieza a traducirse en decisiones administrativas, operativos concretos y nuevas reglas de juego. Rosario vuelve a ocupar un lugar de experimentación institucional en una provincia que, tras la reforma constitucional, quedó habilitada para redefinir la relación entre los gobiernos locales y el poder central. Ese movimiento, que empezó con la sanción de la nueva Constitución y siguió con la ordenanza aprobada en el Concejo, encuentra ahora su primer capítulo real en la calle.
Como sea, y tras décadas de pedir que se ponga en marcha, Rosario se propone como punta de lanza del proceso autonómico dentro de la provincia de Santa Fe, tras la puerta que abrió en ese sentido la reforma de la Constitución que se sancionó este mismo año. Así, lo que hasta hace pocos años parecía una discusión abstracta, busca empezar a traducirse en decisiones administrativas, operativos concretos y nuevas reglas de juego. El desafío es que la autonomía municipal no sea solo humo.



