Según un estudio publicado por el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Francia en PLOS Biology, las infecciones por el virus del papiloma humano (VPH) no persistentes se caracterizan por un aumento brusco de la carga viral seguido por una larga meseta.

La infección crónica por VPH en mujeres jóvenes es común y afecta a aproximadamente el 20% de mujeres de 25 años de edad. Sin embargo, la gran mayoría de estas infecciones desaparece en un plazo de dos años sin presentar ningún síntoma. Por este motivo es que, algunas infecciones, pueden desaparecer. Asimismo, las persistentes podrían mejorar a raíz de estrategias de tratamiento, detección y vacunación para enfermedades asociadas a este virus.

El estudio

El estudio de cohorte PAPCLEAR en Francia siguió a 189 mujeres de entre 18 y 25 años durante 24 meses. Cada dos meses se fue recopilando información sobre la cinética viral y marcadores inmunológicos.

De esta forma, se logró una resolución temporal sin precedentes sobre cinética viral e inmunológica en donde se descubrió que las infecciones no persistentes se caracterizan por una meseta en la carga viral del VPH que comienza 2 meses tras la infección y dura entre 13 y 20 meses antes de disminuir rápidamente.

Además, se halló una fuerte correlación entre una población de células inmunes entre la inmunidad innata y la adaptativa. Es decir, las células TCR y la cantidad total de virus producidos.

Al tratarse de un estudio limitado, los autores sugieren continuar indagando sobre esta temática para continuar diferenciando entre infecciones crónicas y agudas: "Las infecciones genitales asintomáticas causadas por el VPH muestran una dinámica sorprendente en la frontera entre infecciones agudas y crónicas. Las infecciones por VPH parecerían estar asociadas a patrones específicos de la respuesta inmunitaria local innata y adaptativa".

Fuente: Europa Press.