El pasado mes de septiembre, la revista Nature publicó un Paper en el que por primera vez la comunidad científica difunde resultados de un estudio que evidencia el potencial de la psicoterapia asistida con ayahuasca –liana de la selva de cuyas hojas se prepara un brebaje de efectos alucinógenos– en el proceso de duelo tras el fallecimiento de un ser querido. Y es el primer estudio prospectivo controlado que respalda el uso de ayahuasca junto a la psicoterapia “como una intervención segura y potencialmente eficaz para el duelo severo”, según reza la introducción del estudio. Esto podría ser puntapié para más estudios de este tipo de terapia que se realicen con el objetivo de divulgación y bajo otros parámetros a los comerciales convencionales de los laboratorios.

El estudio fue publicado como “Ayahuasca-assisted meaning reconstruction therapy as an early resource for bereavement: a non-randomized clinical trial” (ver apartado), y de los tres grupos diferentes de pacientes que participaron, los resultados fueron más que positivos, y sin casos con efectos adversos: cuando en general los fármacos consiguen una métrica de 0,5 a 1, este estudio consiguió en el grupo 1 (de terapia y toma de ayahuasca) una métrica de 2,44; en el grupo 2 (de terapia sin toma), una métrica de 1,84; y en el grupo 3 (de control sin terapia ni toma), de 0,74. Esto sirve como evidencia sólida de que una psicoterapia sumada a la neuroplasticidad inducida, es eficaz ante un duelo severo.

Julia Javkin es una psiquiatra que reside en España y fue la coordinadora médica del área clínica de la fundación Beckley Med en su sede española. En ese marco fue convocada por la doctora Débora González, especialista en terapia del duelo, y creadora de este estudio de investigación.

Debora creó los protocolos, y previo a avanzar con pacientes, logró que fuera aprobado por un comité de ética oficial. Armó un equipo con psicólogos, psiquiatras, un médico generalista, una auxiliar en enfermería, y una guía espiritual de la iglesia Santo Daime (de Brasil), llamada Elena Cordeiro, quien guiaba cada ceremonia.

A pocos días de realizar un viaje por la India durante unos meses, la doctora Javkin (es sobrina del intendente de Rosario, Pablo Javkin), compartió con Rosario3 su experiencia profesional con este estudio que culminó su primera etapa, y en greve comienza la segunda.

“La búsqueda en este estudio es la de resignificar el concepto de un duelo en comunidad y de manera relacional. Porque en las sociedades occidentales actuales, se suele vivir de manera más individual, y comprendimos a través de la experiencia con la ayahuasca que en comunidad se atraviesa mejor el dolor”, precisó la especialista.

Julia es rosarina, nacida y criada. Estudió y se recibió en la carrera de Medicina en la Universidad Nacional de Rosario (UNR), con especialización en Psiquiatría de la Psicored. Realizó una rotación en Londres (Inglaterra), y tras recibirse, en 2019 se mudó a España.

Sobre el estudio, destacó su satisfacción con que los buenos resultados se hayan divulgado en la revista Nature, y explicó: “El objetivo no es comercial ni de patentamientos, sino justamente difundir y promover que el consumo de Ayahuasca de forma medida y cuidada, propicia muy buenos resultados, y que fue es hecho en un marco científico”, explicó.

Participaron en total 84 personas, la mayoría de países europeos, pero también de México y de Australia, cuya principal condición entre otras, era haber perdido a un ser querido en los últimos 12 meses y atravesar un duelo agudo por ello. Los retiros se realizaron durante tres años, en grupos reducidos de máximo seis personas, en un lugar natural llamado Manresa, en Cataluña, durante tres años (ver apartado).

Una imagen del lugar donde se realizaban los retiros / El equipo del estudio junto a los cineastas que registraron en su documental. 
Una imagen del lugar donde se realizaban los retiros / El equipo del estudio junto a los cineastas que registraron en su documental. 

Precisó entonces sobre la efectividad de la ayahuasca: “Lo que ocurre en los efectos tras la toma de Ayahuasca es un período ventana de neuroplasticidad y neurogénesis (nuevas conexiones neuronales) que propician que el paciente realice una resignificación de sus recuerdos y su pérdida de su ser querido”.

Sucede que, en una terapia medida con los psicodélicos que contiene la ayahuasca, se generan nuevas conexiones neuronales, y “es ese marco, surgen esos períodos ventana y es una oportunidad de ver la realidad diferente, donde el paciente se relaciona con su fallecido resignificando el vínculo”.

Como se mencionaba al principio, la terapia con ayahuasca se realiza una ceremonia espiritual, y en el marco de un retiro. Sin embargo, la doctora rosarina aclaró que en este estudio, nada de ello se relaciona con alguna religión, sí con la búsqueda de una conexión espiritual e interrelacional: “Participaron personas con todo tipo de vínculo con el asunto: agnósticas, religiosas, con experiencia previa en ayahuasca y sin experiencia, pero en todos los casos el resultado fue muy positivo. Estos abordajes muestran que no solamente no son riesgosos, sino que son beneficiosos en su proceso de duelo personal”.

Entre algunos ejemplos de lo que vivieron durante la ceremonia, Javkin precisó: “Muchos vivieron diálogos pendientes con su ser querido fallecido. Una joven pudo comprender que ella no hubiera evitado que su pareja se suicidara, y pudo quitarse el sentimiento de culpa que la aquejaba; otro vio el alma de su hijo pequeño fallecido, y al verlo en paz, pudo aliviar su dolor”.

Pero, ¿qué es el ayahuasca?

Entre muchas formas de explicar esta medicina alternativa, se considera al ayahuasca como un té compuesto por varias hierbas que tiene propiedades psicotrópicas (alucinógeno). Los orígenes del consumo de este “brebaje” son milenarios, y vienen de la cuenca del río Amazonas, en países sudamericanos como Perú, Brasil, Colombia y Ecuador. En estas culturas, un chamán o curandero es responsable de preparar la ayahuasca y de comandar la ceremonia para su consumo.

La bebida tradicional amazónica combina DMT (Dimetril triptarina, la sustancia activa que genera alucinaciones), con IMAO (componente químico para que genere efecto en el cuerpo), lo que facilita que la DMT influya en la neuroplasticidad y la cognición, lo cual parece ser clave para el procesamiento emocional y la reconstrucción de la identidad después de una pérdida importante de un ser querido.

En vez de pensar que hay que superar la pérdida, es transformar el vínculo interno con sus muertos. Procesa los eventos pasados y reconstrucción de identidad y sentido de la existencia en sus experiencias subjetivas.

Cuando se está atravesando un duelo, la narrativa puede volverse estanca en sus conexiones neuronales, y es en ese sentido que el té alucinógeno brinda neuroplasticidad y neurogénesis. Es un estado temporal de flexibilidad cerebral y por ende psicológica, que genera un puente de biología psico-social, y el paciente ve su dolor desde otros puntos de vista, ya que la sustancia predispone y la terapia genera la reducción de la severidad en el duelo.

El Ayahuasca actúa como catalizador del proceso de duelo, mientras la terapia ayuda a mantener un vínculo con el fallecido evocando representaciones internas positivas. 
 

La terapia y la investigación

El estudio es un análisis de un ensayo clínico no aleatorizado, que en castellano se llama "Terapia de reconstrucción de significado asistida con ayahuasca como recurso temprano para el duelo y redefinición de su vínculo con el ser querido fallecido”. Investiga la eficacia de la psicoterapia de reconstrucción de significado asistida por ayahuasca como tratamiento temprano para el duelo severo.

Este estudio comparó resultados sobre tres grupos, de 28 participantes cada uno: un grupo de quienes realizaron la terapia de reconstrucción de significado y consumieron ayahuasca, los que solo hicieron la terapia, y un grupo de control sin tratamiento alguno. En todos los casos, hubo reducciones significativamente mayores en la gravedad del duelo, además de mejoras en los síntomas de duelo prolongado, el crecimiento postraumático y la calidad de vida de cada participante.

Para participar, los postulantes primeramente debían responder a ciertos criterios de inclusión y otros de exclusión, como no sufrir hipertensión no controlada o cuadros psiquiátricos. Luego tenía cada uno ocho sesiones personales de la terapia de reconstrucción de sentido.

Todos ellos eran parte del retiro en Manresa, que era de viernes a domingo, en el cual se les brindaba dos dosis de Ayahuasca controlada cada uno. Durante el retiro, participaban en actividades expresivas, de integración simbólica, arte terapia y yoga.

Julia Javkin fue la coordinadora de esas actividades durante la mayoría de los retiros, y al respecto detalló: “Hacíamos diferentes formas de artes expresivas para fomentar sus interacciones y que expresaran sus emociones que estaban viviendo. Por ejemplo, les servía hacer representaciones de su ser querido. Con una piedra, los momentos difíciles vividos, y con flores los momentos lindos”.

En cada retiro, auxiliaba una enfermera, y la guía espiritual era maestra de una ceremonia durante unas seis horas, aunque cabe aclarar que no se trata de un ritual religioso, sino de una búsqueda de conexión de cada sujeto con su psiquis y también de una conexión relacional con el otro.

Luego del retiro, cada paciente tenía dos sesiones más de integración con los terapeutas, y se terminaba evaluando su evolución en el duelo. Consultada sobre cómo digerían el té alucinógeno, Javkin recordó: “Claro que en las tomas de Ayahuasca hay nauseas y vómitos, pero estos no fueron de gravedad, y es lo usual al tomar ayahuasca, por lo que estos no se consideran efectos adversos. En el estudio no hubo ningún caso que requiera intervenciones por alergias o intolerancias ni brotes de ninguna índole”.

Todos los resultados fueron enviados a dos estadísticos para cotejar los buenos resultados. Y finalmente, en el último año, varios de los investigadores se dedicaron a la escritura de los resultados y la publicación.

La investigación contó con la Multidisciplinary Association for Psychedelic Studies (Maps, de Estados Unidos) y con Beckley Med Fundation. Auque la doctora destacó que “el mayor sponsoreo fue realizado por donantes privados, ya que no hay farmacéuticas o laboratorios en esta investigación”. 

En el futuro cercano, “esta investigación continúa con algunos colegas que siguen procesando otros papers para sus tesis doctorales, y varios estudios de casos”, adelantó la profesional. "En los próximos meses haremos un rediseño y una nueva etapa del estudio junto al equipo. Y en marzo de 2026 se estrenará un documental sobre la investigación sobre los duelos, Just our heart, en el que dan testimonios algunos pacientes que participaron del estudio”, culminó.