La electromusculación o electroestimulación muscular (EMS, por sus siglas en inglés) es una técnica que usa una corriente eléctrica apropiada para causar una contracción muscular.

En la práctica, es un traje compuesto de electrodos que cubre el cuerpo conectado a una máquina con diferentes programas de entrenamiento que permiten que los músculos se contraigan en función de la intensidad y la frecuencia de los impulsos, logrando llegar a la profundidad de las fibras musculares.

Por más mágico que este ejercicio pueda parecer, es fundamental tener en cuenta algunas consideraciones, como plantea el sitio bbc.com. Además de los minutos de entrenamiento, es necesario un trabajo complementario, con una rutina de movimientos (sentadillas, abdominales, flexiones, lagartijas) ¡en la que no está incluida reposar en el sillón! Por otro lado, aunque se practique esta disciplina, no se baja de peso si no se tiene una adecuada alimentación.

Otro punto a destacar es que no cualquier persona puede realizar estos ejercicios, debido a que implican una alta intensidad y quien quiera practicarlos, debe tener una condición física saludable para evitar problemas de salud o riesgos de lesiones.No son recomendados para quienes sufran tendinitis, epilepsia, tumores, inflación, patologías, implantes activos o mujeres embarazadas.

Uno de los grandes beneficios es que a partir del uso chaleco se pueden enfocar las actividades en determinadas zonas, por ejemplo cuando se trata de una lesión. Y es primordial recordar que al ser un entrenamiento en el que se trabajan más de 400 músculos simultáneamente, no puede realizarse todos los días. Se recomienda hacerlo dos veces por semana, a lo sumo tres.