La idea de una “coffee-party” nació con una propuesta simple pero radical, que es la de ofrecer un espacio de encuentro, fiesta y socialización sin necesidad de alcohol ni de trasnochar. En estos eventos, lo habitual es que haya un DJ, música, ambiente relajado, baile o charla, pero en vez de tragos circula café de especialidad, frappés, tés o bebidas suaves. 

Este fenómeno (que ya se expandió por diversas capitales mundiales) responde al cambio de hábitos de una generación que busca cuidar su salud, mantener rutinas más equilibradas y, al mismo tiempo, disfrutar de lo social. 

En vez de tragos, en las coffee-party circula café de especialidad, frappés, tés o bebidas suaves (torontotoday.com)

Además, las coffee-party suelen realizarse en horarios diurnos o al atardecer, y por eso mismo resultan ideales para quienes no quieren acumular malestares al otro día. Muchos asistentes valoran poder divertirse, bailar o charlar sin descuidar su descanso o compromisos laborales. 

La otra clave del éxito está en la estética y el ambiente. Locales bien decorados, cafés de calidad, música pensada, ambiente relajado y la posibilidad de socializar sin excesos. Todo eso combina con el auge de un estilo de vida más consciente (más “healthy” o “sano”) y con la búsqueda de experiencias diferentes a la noche tradicional de bares o discotecas. 

Locales bien decorados, cafés de calidad, música pensada, ambiente relajado y la posibilidad de socializar sin excesos, son las claves de este tipo de eventos (hogarmania.com)

Además, también se refleja una transformación cultural: muchas personas ya no ven el consumo de alcohol como requisito para divertirse. Las coffee-party proponen que la fiesta, la conexión, la música y el café pueden ir de la mano, y que la diversión no tiene que esperar hasta la medianoche.

Fuente: GQ.