Después de temporadas dominadas por el minimalismo, las coquetas 2.0 llegan a reivindicar el poder del detalle. Los accesorios vuelven a hablar en clave hipergirly, con una estética que rescata el encanto de los años 2000 pero lo reinterpreta con una mirada más pulida. No es la típica “niña buena”, sino una it girl que mezcla lazos, brillos y texturas suaves con una actitud segura y desafiante.
-Maxi bows (los moños XL): el ícono del momento. Se llevan en el cabello, en la cartera o incluso atados al cuello. Cuanto más grandes y satinados, mejor. Algunas importantes firmas los coronaron como el accesorio fetiche del año, y TikTok los convirtió en símbolo del soft power dressing.
-Medias con volados: pasaron de ser un guiño preppy a una declaración de estilo. Combinadas con minifaldas, shorts o incluso jeans cropped, aportan un toque naïf que equilibra la sensualidad de los looks coquette. Los modelos en blanco, con puntilla o bordados florales, son los más buscados.
-Ballet flats satinadas: el revival del balletcore sigue firme. Estas zapatillas planas, con lazos o cintas cruzadas, se transforman en el comodín del guardarropa femenino 2025. Van del día a la noche y se combinan tanto con jeans como con vestidos vaporosos.
-Chokers delicados: lejos del estilo gótico de los 90, la nueva versión apuesta por cintas finas, perlas mini o dijes con forma de corazón. Son el toque final de una estética que abraza lo romántico pero no teme al exceso.



