Con su propia firma de moda ya consolidada, el año que viene cumplirá diez años como diseñadora, y presentando sus propuestas sobre una de las pasarelas más importantes del mundo, la New York Fashion Week, resulta sencillo pensar que Victoria Beckham quiera dar un paso más allá en su carrera. Pese a que en un primer momento le costó que la tomaran en serio en la industria, ahora mismo (y a pesar de haber sufrido pérdidas económicas en su firma) los expertos valoran su marca en 100 millones de euros. Por eso, la creadora decidió hacer su incursión en el mundo de la belleza y continuar haciendo de su nombre todo un imperio millonario.
La colección cosmética de Victoria Beckham
Su colaboración con Estée Lauder, VB x Estée Lauder hace algunos años se convirtió en su primera toma de contacto con una industria que por el momento resultaba desconocida para ella. Fue en septiembre de 2016 y supuso tal éxito que la firma decidió volver a unir sus fuerzas con ella un año después, para presentar una colección de maquillaje en la que Victoria plasmó su particular visión de la belleza. Ahora, la diseñadora continúa su incursión beauty y así lo hacía saber a través de Facebook Live. ¿Su nuevo proyecto? Lanzar una línea de cosmética dedicada al cuidado del rostro (incluso puede que un perfume como ya hizo Kim Kardashian), siguiendo los pasos de su marido David Beckham, que en su momento lanzó una gama de cuidado facial masculino, House 99, en colaboración con L'Oreal Luxe.
Con estos antecedentes y observando el éxito rotundo de otras incursiones de celebrities en el entorno de la belleza (Kylie Jenner, Kim Kardashian, Gigi Hadid, Rihanna, por mencionar algunas), podemos asegurar casi por completo que el sold out inmediato está garantizado.
En cuanto a qué podremos encontrarnos en su firma beauty, Victoria dió pocos detalles, pero asegura que su modus operandi seguirá los ideales que ya defendió en su colaboración con Estée Lauder: “como mujer, quiero crear cosas que necesito en mi vida, las cosas que faltan”. Es decir, al igual que cualquier otra mujer que se embarque en una aventura de este calibre, buscaría llenar un hueco en el mundo del cuidado de la piel que, desde su punto de vista, todavía no está cubierto. Además, mencionó que se estaba tomando las formulaciones muy en serio, afirmando que los productos serán “muy científicos”, por lo que podemos esperar, como no podría ser de otra forma, una línea de alta calidad.
Su disciplinada rutina de belleza
Si existe una cualidad que caracteriza a Victoria Beckham esa es la voluntad. ¿Sabías que come exactamente lo mismo todos los días por recomendación de su dermatólogo? El salmón hace que su piel se mantenga impecable. Más pistas: entrena sí o sí dos horas diarias. ¡Todos los días sin falta! Ahora, también sabemos que aplica igual dedicación a su rutina de belleza.
La explicación a su piel siempre radiante al descender del avión o en la alfombra roja está un mini tratamiento facial que realiza estrictamente durante el vuelo o en casa.
Jefa suprema de su propio estilo
Todos los años el mundo de la moda dirige sus pasos hacia París durante la Semana de la Moda y Victoria Beckham se propuso convertirse en la estrella de la reunión. Su inteligencia de estilo es suprema.
Su salida del hotel Ritz París en dirección al destino fue antológica: vestida de pies a cabeza con ropa de hombre, se las arregló para convertir a su marido, David Beckham, y su hijo, Brooklyn, en meras comparsas de su superioridad “fashionista”, hasta en el campo “contrario”. Con unos pantalones en un fuerte color mostaza, una camisa a rayas violetas, jersey de cuello alto y un abrigo color camel, eclipsó absolutamente a su marido, que combinaba pantalones y jersey de intenso azul y abrigo verde, y a su hijo, quien llevaba una camisa roja de Louis Vuitton y vaqueros. Victoria parecía sacada de un editorial de moda tributo a los años 70, con un “look” que bien hubiera podido llevar Bianca Jagger o Marisa Berenson.
Por el momento, no parece que vaya a haber ninguna incursión en el territorio del maquillaje y, teniendo en cuenta la devoción de la diseñadora por el efecto “cara lavada”, resulta lógico que haya querido enfocar sus esfuerzos hacia el cuidado de la piel.
La única pregunta es: ¿le robará el sitio a las Kardashian?
