Durante el verano, el pelo sufre más de lo habitual. La exposición prolongada al sol, el cloro de las piscinas y la sal del mar o el río debilitan la fibra capilar, dejándola opaca, áspera y deshidratada. Por eso, sumar una buena mascarilla hidratante a la rutina no es un lujo, sino una necesidad beauty básica de la temporada.

Ingredientes básicos de una buena mascarilla:

Por un lado, el aceite de coco es uno de los ingredientes estrella cuando se trata de nutrición profunda. Rico en ácidos grasos, ayuda a sellar la humedad dentro del cabello, reduce el frizz y mejora la elasticidad, algo clave para evitar el quiebre después de días de sol y agua. Ideal para melenas secas, teñidas o con ondas naturales que tienden a resecarse más.

El aceite de coco, ideal para melenas secas, teñidas o con ondas naturales que tienden a resecarse más (marie-claire.es)

Otro aliado infalible es el aloe vera, famoso por su poder calmante e hidratante. En las mascarillas capilares, este ingrediente aporta frescura, suavidad y ayuda a reparar el daño causado por el sol. Además, es perfecto para quienes buscan una hidratación liviana, sin sensación pesada, algo muy valorado en pleno calor.

Por último, la manteca de karité se posiciona como un must del verano para cabellos castigados. Su alto contenido de vitaminas y lípidos naturales nutre en profundidad, restaura la barrera capilar y devuelve el brillo perdido. Es especialmente recomendable para pelos rizados, gruesos o muy expuestos a la playa y la pileta.

Por su parte, la manteca de karité es recomendable para pelos rizados, gruesos o muy expuestos (soycomocomo.es)

Para los expertos, elegir mascarillas que combinen estos ingredientes y usarlas al menos una o dos veces por semana puede marcar la diferencia entre un pelo apagado y una melena saludable, brillante y lista para acompañar todos los planes del verano.