A las 9.38 de este domingo comenzaron a sonar las sirenas en Salta 2141 para recordar los diez años de la tragedia que la mañana del 6 de agosto de 2013 desató el dolor más importante de la historia de la ciudad de Rosario: la explosión que dejó 22 muertos, más de 60 heridos y una congoja que continúa hasta estos días.

El acto, encabezado por familiares y amigos de las víctimas, estuvo cargado de emoción y tuvo un nuevo reclamo de justicia.

Además, se escuchó un deseo de realizar el acto del año próximo en el interior del Espacio Cultural y Educativo de la Memoria y la Música que se construye en el lugar del hecho.

Los momentos más emotivos del acto de este domingo estuvieron marcados por las sirenas de bomberos que dieron inicio a la ceremonia, la mención de los 22 nombres de las víctimas y un video enviado por León Gieco que dedicó la canción “La memoria”.

Las imágenes se proyectaron en la pantalla gigante que se ubicó en el escenario. Los familiares no sabían del homenaje del artista y fue una sorpresa en medio del doloroso recuerdo de la tragedia.

También en el homenaje estuvo la bendición del padre Pablo Lasarte, sacerdote de la iglesia San Pantaleón, director de la Pastoral Universitaria.

La cantante Cecilia Petroccelli interpretó el tema "Razón de Vivir", de Víctor Heredia junto a Pablo Pascualis, Adriana Canisalis y Marcelo Merenguelo.

Luego de la lectura de las 22 víctimas, los familiares expusieron su palabra y un video ilustrativo recorrió el pedido de Memoria, Verdad y Justicia. No hubo foto grupal en el acto de este año.

El acto cerró una hora después con el tema 22 libros abiertos a cargo de los compositores Carlo Seminara y Alejandro Bluhn; Yanina Bolognese y Julian Venegas, en las voces; Gabriel Gimenez, Rodrigo Calvagna y alumnos de la Escuela de Música Carlos Gustavino, a cargo de Lisandro Laura. 

En el acto estuvieron presentes autoridades locales y provinciales; entre ellos, el intendente Pablo Javkin.

El gasista, Carlos García, fue el único condenado en la causa y hoy cumple arresto en su casa del barrio Supercemento. Se asume responsable, no culpable, y advierte que los administradores lo son. Pero sostiene que “la única culpable es la empresa Litoral Gas”.

Cada año, las familias de las víctimas realizan una ceremonia para recordar a sus seres queridos y para pedir justicia. Esta vez, al cumplirse 10 años, no fue la excepción.