Diputados de la oposición no lograron esta mañana el quórum necesario para tratar y aprobar la prórroga a la ley de biocombustibles, que vence en mayo.

Se juntaron entre 109 y 112 diputados, muy lejos de los 129 necesarios. De la bancada de Cámbienos faltaron unos 15 o más. Del Interbloque federal, donde estoy, había 10 de 11. El resto de los Interbloques ausentes”, le dijo a Rosario3 el diputado Luis Contigiani.

Luego de que la oposición no pudiera reunir el quórum para tratar el tema el presidente del Interbloque Juntos por el Cambio, Mario Negri, elevó su queja al Gobierno "por impedir que el Congreso prorrogue el vencimiento de la ley de Biocombustibles". 

La prórroga del régimen, para dar tiempo a discutir un nuevo sistema, fue aprobada el año pasado por unanimidad en el Senado. Pero en Diputados se trabó luego de que el propio gobierno quisiera aprovechar para realizar cambios al régimen (que tiene al Estado como regulador del precio y distribuidor de los cupos de venta a las petroleras) que bajen su costo fiscal y que le quiten presión al precio de los combustibles en el surtidor.

Además, también terció el lobby de las petroleras que quieren desarticular el sistema regulado ya que confían en que al liberar el mercado se podrán abastecer más barato del bio (para el corte obligatorio) y también hasta incursionar en el mercado armando sus propia plantas, integrando así el negocio.

El lunes, el secretario de Energía expuso en la comisión de Energía de Diputados y allí blanqueó su oposición a la prórroga y también enumeró algunos puntos centrales que tendría que tener el nuevo esquema. No obstante, no dejó ningún proyecto oficial sobre la mesa.

Fue ahí que empezó a circular un esbozo de proyecto impulsado por los diputados oficialistas del Frente de Todos que mantiene el régimen de regulación estatal pero reduce al 50% el corte obligatorio descomprimiendo así el impacto del biodiesel, cuya materia prima (el aceite) sigue en alza, en los surtidores.

Diputados disconformes

"Creo que van a tratar de avanzar con la ley y si no pueden me parece que el gobierno va a tener que si o si prorrogar hasta diciembre la ley actual por decreto u otra vía legislativa”, sostuvo Contigiani. “Pero van hacer el intento de avanzar con una nueva ley. Ahí van a depender de la vocación de construir consenso que tengan. Si están abiertos o no”, agregó el diputado Contigiani.

Por su parte, Negri recordó que "el Senado como pocas veces tuvo unanimidad y todos se pusieron de acuerdo y se prorrogó la vigencia. Esto se hizo en octubre. Pasaron cinco meses. Todos queremos actualizar la ley, para ver cómo se conformó la industria. ¿Qué pasó en estos cinco meses? Había unanimidad. El gobierno que tiene mismo signo político del gobierno de 2006, con un Senado presidido por la viuda de quién fue el Presidente que impulsó la ley. Hay silencios que aturden".

En tanto,  el diputado nacional del Bloque Socialista, Enrique Estévez, sentenció; "La sesión fracasó cuando el kirchnerismo no bajó a dar quórum para prorrogar el régimen de biocombustibles". Según el legislador, la industria de los biocombustibles “necesita reglas claras, como un valor de referencia para la producción, para desarrollar su actividad de forma “eficiente y competitiva”. Y concluyó: “Sabemos que es necesaria una nueva ley que potencie a todos los sectores que integran la industria de los biocombustibles y represente mejor la realidad y futuro de los mismos, pero también entendemos que para sostener hoy la actividad es necesaria la prórroga del régimen actual”. 

Cruce entre empresarios

Mientras tanto, este jueves se calentó el contrapunto entre el lobby petrolero y el lobby del biocombustible.

Desde la industria petrolera partieron en los últimos días informes del impacto fiscal de la promoción al biodiesel  y también se acusó a los comercializadores del bioidesel de tener un negocio asegurado (las petroelras están obligadas a comprarles) de la mano del Estado.

Por ejemplo, aseguraron que el sistema tuvo un costo fiscal de US$6000 millones de impuestos no recaudados, además de alrededor de US$1400 millones de pérdida de ingreso de divisas por las exportaciones de granos que no se realizaron porque el aceite de soja se usó en el país como insumo en biodiesel.

Es por eso que desde la Cámara Santafesina de Energías Renovables emitieron esta tarde un comunicado en el que “rechazan total y absolutamente las operaciones mediáticas que buscan desacreditar un sector productivo en crecimiento tanto en Argentina como en el mundo”.

 “Lo que salen a decir es una barbaridad porque pareciera que no conocen el negocio. Lo primero que es importante aclarar es que los biocombustibles jamas estuvieron subsidiados”. dijo Federico Pucciarello, referente de Casfer.  

 “Respecto al biodiesel de soja hay una absoluta falacia continua entorno a este tema porque el biodiesel de soja propicia la liquidación de divisas de harina de soja porque demanda aceite a la industria que no tiene mercado en el mundo para ser colocado. Muchos piensan que es fácil dejar de hacer biodiesel y exportarlo como aceite de soja, lo cual es un desconocimiento muy importante de lo complejo que es exportar, los costos en fletes internacionales involucrados y los aranceles que se pagan en destino”, resaltó.

¿Si fuera tan fácil exportar por qué todavía hay 10 millones de toneladas de porotos de soja acopiadas en distintos puntos de país sin ser exportada o por qué la industria aceitera tiene continuamente un 50% de su capacidad ociosa? Si se eliminara el corte de gas oil con biodiesel, el resultado directo sería que 4 millones de toneladas de poroto de soja se sumarían a las que actualmente quedan sin exportarse”, agregó. 

“El biodiesel argentino no compite con el gas oil nacional, sino que sustituye gas oil que año a año se importa porque la producción local no alcanza para abastecer la demanda. Por lo tanto es irreal afirmar que el biodiesel le quita regalías a las provincias petroleras.  El biodiesel genera impuestos a un producto elaborado en Argentina mientras el gas oil importado tributa impuestos sobre un bien fabricado en otro país.  ¿Quién puede dudar de esto?”, se volvió a preguntar el empresario.

En este sentido, argumentó que el biocombustible está regulado, al igual que el 100% de la energía, en pos de custodiar el bolsillo de la gente. “No pueden hacernos cargo de los aumentos ahora. Los precios del sector se actualizan de manera mucho más lenta que el de combustibles fósiles. Además, las petroleras compran desde hace años el biocombustible al mejor precio mundial”.

Así mismo, expresaron que “las petroleras tienen su producto final linkeado al dólar”, pero compran sus insumos en pesos y están regulados por el Estado.

Pucciarello arremetió: “Los petroleros hablan de la incidencia que tienen en el precio, por un aumento del 39%. ¿Cómo puede un producto que es el 10% del 100% tener una incidencia del 39%? Y más cuando el aumento de los combustibles fósiles fue 4 veces mayor al de los biocombustibles”.

Por otro lado, también explicaron que el bio está desgravado del impuesto a los biocombustibles porque es un combustible limpio y no emite dióxido de carbono. “Los combustibles fósiles si y son nocivos a la salud pública y al medio ambiente. No lo digo yo solamente, está comprobado mundialmente. Por eso el Estado debe gravarlo, como ocurre por ejemplo con los cigarrillos”, agregó el empresario de Rosario Bio Energy.

Por último, desde Casfer aclararon que cuando aumenta el precio del biocombustible no genera prácticamente impacto porque no hay suma adicional ninguna en cuanto a lo impositivo como intentan advertir.