“Sensación de fin de ciclo. Estamos asistiendo a un fin de ciclo muy convulsionado hacia el interior del gobierno y también en su relación con los actores económicos en que, como el viejo sketch de “Deportes en el Recuerdo” todo terminaba en una desordenada trifulca de todos contra todos”.

Así resume Fernando Rivara, titular de la Federación de Acopiadores, su impresión de lo que ocurrió esta semana en el mercado de soja, paralizado y distorsionado ante imposibilidad del gobierno de poner en marcha el anunciado nuevo tipo de cambio diferencial para la soja.

Es que el mercado tomó nota de cómo el gobierno nacional busca con desesperación quemar las naves para sostenerse en medio de la crisis mientras no pasa desapercibido que la capacidad política de ordenar y conducir se les escurre como agua por las manos. 

La indefinición del gobierno con el nuevo tipo de cambio para la soja paralizó el mercado de soja disponible (justo en plena crisis cambiaria cuando más necesita que esté activa la comercialización) y alteró también el mercado de futuros, distorsión que de continuar la próxima semana hará imposible que las principales entidades del sector no se pronuncien públicamente.

De hecho, en la Bolsa de Comercio de Rosario, según supo Rosario3, evaluaban el viernes por la tarde hacer un llamado público si continúa la paralización. 

Y es más, esta semana que termina ya se registraron los primeros pronunciamientos, fuertes y jugados, como el que hizo el CEO del Matba-Rofex, Diego Fernández, al sostener en su exposición en una cumbre financiera en Buenos Aires que "En cualquier país en el que funcionen bien las instituciones, la Justicia no hubiera permitido que haya tipos de cambio diferenciados, que provocaron una asignación inaudita de riqueza de un lado para el otro". Picante.

Repasemos. A dos semanas de la devaluación, y por redes sociales, el ministro de Economía Sergio Massa, anunció el domingo por la tarde un tipo de cambio diferencial para la soja pero con un mecanismo distinto al que venía aplicando con el dólar agro.

En ese nuevo formato se le permitía a los exportadores ingresar el 25% de las divisas para las compras de granos sin necesidad de liquidarlos al tipo de cambio oficial. Al hacerlo, entonces, por el dólar CCI arrojaba a precios de la semana pasada un tipo de cambio de $453 frente al $350 oficial.

De por sí el mecanismo ya suponía una complejidad comercial para el mercado de granos porque el nuevo valor de la soja no sería uniforme sino en función de la estrategia comercial cada empresa, sobre todo porque en las ediciones de los dólares soja/maíz anteriores la divisa se anticipaba y ahora, según dijo Massa, ingresarían tras compra del poroto.

Como ya es todo un sello de la gestión de Massa el anuncio a la prensa fue sin tener las definiciones operativas necesarias (lo que se traduce en una parálisis comercial hasta la publicación de las reglamentaciones) pero además ese mismo domingo por la noche ya la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores (Ciara-Cec) avisaron que no tenían detalle de las medidas y que desde Economía les avisaron que la entidad será convocada en la semana.

El lunes fue la reunión y no hubo acuerdo. Si bien desde ambos lados del mostrador buscaron no filtrar las razones del desencuentro, sí trascendió que fue muy dura con posturas encontradas y encendidas. Y sí se supo del rechazo de los exportadores a seguir adelantando divisas que desfinanciarían al próximo gobierno. La discusión, entonces, tomó una altura política que excedía el mercado de granos y en el que empezaron a tallar también importantes dirigentes de la oposición sobre los exportadores.

Ante la presión del mercado paralizado y la falta de definiciones, el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, dio una conferencia de prensa en la que dijo que el 25% de libre disponibilidad sólo iba aplicar para la soja que se importe, generando un profundo rechazo de sectores de la producción.

De inmediato, CIARA-CEC comunicó que el gobierno les informó que trabaja en un DNU para establecer condiciones de ingreso de divisas que sean aplicables a granos de soja comprados en Argentina, no en el exterior; invalidando de esa forma los dichos del secretario.

¿Bahillo no sabe, no entiende o sólo expresa la profunda desorientación que existe hacia adentro del Palacio de Hacienda?. Como sea, su palabra carece casi de autoridad en buena parte del mercado, luego de que le asegurara a altos ejecutivos que el gobierno no iba a sacar un tipo de cambio diferencial para el maíz y al otro día Massa lo anunció. No en vano, el secretario prefirió no asistir la semana pasada al acto aniversario de la Bolsa de Rosario.

El jueves, en el marco de su exposición en Expo EFI, que vendría a ser la Expoagro o a la Agroactiva pero del mercado de capitales, el CEO del Matba-Rofex expresó el daño que producen todas las intervenciones del Estado en el mercado.

"En los últimos años por cada norma que sale porque es necesaria para el mercado de capitales, aparecen 9 que son para intervenir, en contra de lo que quiere la gente. Es impensado no dejar que las personas inviertan donde quieren", alertó, luego de decir que “presentamos un contrato de futuro dólar MEP que duerme en un cajón de CNV”.

Y su declaración fue escalando hasta decir que "en cualquier país en el que funcionen bien las instituciones, la Justicia no hubiera permitido que haya tipos de cambio diferenciados, que provocaron una asignación inaudita de riqueza de un lado para el otro", en alusión a las sucesivas ediciones del dólar soja y el dólar agro.

En el centro, Diego Fernández CEO del Matba-Rofex disertando esta semana en Expo EFI

Todos lo que lo conocen a Fernández saben que se trata de un muy sólido y reconocido profesional ajeno a las disputas políticas que mide cada palabra y no dispara sin tener tos los argumentos y antes haber leído el panorama. Por eso no pasó desapercibida su invocación (no en una entrevista sino en un congreso ante miles de financistas) “a la Justicia” y denunciar “la inaudita asignación de riqueza” de una medida de Massa.

Además, las intervenciones del Estado con el sello de este gobierno no sólo distorsionan el mercado sino que además alientan la desconfianza hacia adentro de la cadena (productores, corredores, acopios, industriales, exportadores, etc) y todavía está fresco el daño a las instituciones que quedan enganchadas como dejó expuesto la reciente renuncia del presidente de la Federación de la Industria Molinera (Faim) cansado de lidiar por las disputas entre asociados que provocaron las medidas oficiales, en su caso la formación de fideicomisos para subsidiar precios de harina.

Además, ante tanto desorden y demoras en la aplicación, surgió el debate en el mercado de granos sobre si el tipo de cambio a $450 surtirá efecto entre las empresas que tienen el stock de soja (entre 8 y 9 M de toneladas).

Y es que tras haber hecho buena caja vendido maíz a tipo de cambio diferencial, con el dólar futuro disputándose los $600 para diciembre y las expectativas de cambio de gobierno (y las renovadas expectativas de rebaja de intervenciones y eliminación de la brecha), no aparece como un valor no muy tentador para quien pudo aguantar hasta ahora el grano, salvo que la disputa por la poca soja entre las aceiteras lo eleve bastante más.

Escasez impulsada por la histórica sequía que, vale el comentario, tuvo una primera víctima esta semana cuando Vicentin anunció que sus las plantas de San Lorenzo y Ricardone paran hasta nuevo aviso por falta de granos. Y es que cómo no tiene soja propia (desde el default presta servicios de fazón) sus clientes (sobre todo ACA) priorizan el procesamiento de la poca soja disponible en sus propias plantas.

Y, como si fuera poco, todo esto ocurre en un marco en el que las prometidas y pronosticadas lluvias no llegan. "Semana clave: tiene que llover 30 mm para el trigo y la siembra maicera", dice el último informe climático de la Bolsa. Y es que el problema financiero del sector busca salida en el regreso de las lluvias. Y unos 30 mm asegurarían tener cosecha de trigo y un ingreso en diciembre para  pagar alquileres. Además, con 30 mm aumenta la posibilidad de sembrar maíz en setiembre y tener ingresos en marzo. Pero para eso tiene que llover.

Como sea, lo cierto es que terminó el viernes y no hubo novedades en el Boletín Oficial, y ahora los actores del mercado esperan alguna comunicación oficial este fin de semana, para no entrar el lunes en una segunda semana en el que mercado spot de la soja sólo se alimenta de pequeñas operaciones de compra de los consumos internos.

“Estamos preocupados por la paralización del mercado de granos de soja debido a los anuncios del gobierno que luego no se concretaron. Es imperioso que el gobierno aclare este tema lo antes posible, porque sino no podemos reactivar el mercado”, le dijeron a anoche a Rosario3 desde CIARA-CEC.