“No se trata de querer ser fundacional, pero sí de darle una impronta a la gestión”, repite en varias oportunidades Claudio Forneris, flamante presidente del Banco Municipal de Rosario, durante una entrevista que mantuvo con Rosario3 en su despacho. Modernización tecnológica, política comercial agresiva y control de costos están en los ejes de la impronta que busca imprimirle a su gestión. “Sacar el banco a la calle”, insiste el funcionario.

Licenciado en Ciencias Políticas de la UNR, tuvo un activo protagonismo en la militancia radical universitaria (Franja Morada) durante la primavera alfonsinista, pero apenas se recibió en 1989 dio por terminada la fase de participación política universitaria activa y se concentró en el desarrollo de su carrera profesional.

Fue así que en septiembre de 1992, durante la edad de oro de la convertibilidad cambiaria,  ingreso al negocio bancario en el Citibank y ya nunca más se alejó del sistema. En el banco norteamericano llegó a ocupar cargos gerenciales hasta que en 1996 se fue al Santander pasando por gerencia de las sucursales de Rosario, Campana y Rafaela siguiendo la clásica rotación que las casas bancarias le imponen a sus ejecutivos.  En 2009, buscando volver a Rosario, concreta su paso al banco Galicia también como gerente de sucursales aunque al cabo de cuatro años es enviado a la ciudad de Santa Fe.

A principios de año es convocado por Pablo Javkin para tomar el desafío de presidir el Banco Municipal. Con el intendente no coincidió en los claustros universitarios ya que cuando Javkin ingresaba a Derecho él egresaba de Ciencia Política, pero sí recuerda haberse cruzado en reuniones de jóvenes radicales a finales de los 80 cuando Pablo ya se destacaba en la presidencia del centro de estudiantes del Superior del Comercio. En rigor, Forneris nunca cortó lazos con el radicalismo organizado, y si bien no fue parte de sus distintas líneas internas mantuvo siempre contactos y lazos con dirigentes del sector; hasta que en el último tiempo empezó a estar cerca del grupo de Javkin.

Lo cierto es que Forneris asumió luego de la renuncia de Adrián Giacchino por motivos de salud, según se informó oficialmente. Pero el cambio de timonel no alteró el rumbo que Javkin le quiere dar al banco y que viene por el lado de sumar fortalezas tecnológicas, comerciales y operativas para potenciar su función y rol de banco público.

Esta semana se cumplió el primer mes desde que Forneris asumió la titularidad del banco público, pero el dato importante es que esta semana presentó su plan de trabajo al directorio; un plan que fue aprobado y que a partir del lunes empieza a rodar.

-¿Cómo es el plan que propuso para el banco?, preguntó Rosario3.

Presenté un plan estratégico basado en cuatro ejes verticales, algunos internos y otros externos, y uno transversal.

-¿Y cuál es ese que atraviesa todo?

El tecnológico. Una tarea pendiente del banco que demanda urgentes mejoras. Pero que también es muy delicado por los costos que supone. El diagnóstico es muy fácil y está a la vista. Pero su resolución no es fácil.

Mientras responde, Forneris muestra una pila de informes que tiene sobre su mesa de trabajo y muestra que los documentos de análisis sobre el tema tecnología y sistema están arriba de todo. “Es una de mis prioridades”, enfatiza.

-¿Va a cambiar el proveedor o por lo menos el contrato que lo liga desde hace años al banco habida cuenta de las falencias?, preguntó Rosario3.

- Vamos a tomar decisiones. Eso seguro. Pero todo hay que estudiarlo de manera muy profunda antes de definir qué hacer. Tengo en claro hacia adonde quiero ir, pero no puedo soslayar que soy yo quien también se debe adaptar al banco.

Claramente, tenemos un problema con la tecnología disponible. Si yo quiero generar más negocios y sumar clientes, tengo que tener herramientas ágiles y sencillas. Estar así es caro, pero cambiar es más caro con los riesgos que implica. Hay bancos privados que cambiaron de sistema y no tuvieron buenas experiencias. Este sistema tiene sus problemas, pero nunca falló. Además, tendremos que buscar el fondeo para implementar los cambios porque la inversión que demandará es muy importante.

La tecnología está en la base de los cuatros ejes verticales porque impacta en clientes y en el personal. No puedo exigir determinada productividad al personal con este nivel de herramientas. Tengo que medir la productividad, vengo con el estándar alto del sector privado y la voy a medir, pero soy consciente que no puedo exigir mucho con las herramientas que les pongo a disposición al personal para salir a ganar clientes. Por ejemplo, una persona no puede tomar un préstamo por la aplicación del banco.

¿Y cuáles son los ejes verticales?

Uno es la revisión de estructura de costos internos. Debo generar ahorro interno y avanzar en la reorganización. Como los altos costos fijos estructurales que tenemos ya están dados, no voy a empecinarme, encapricharme y lamentarme diariamente de su incidencia, sino que me voy a concentrar en detectar los ver los costos flexibles que sí se pueden mejorar.

¿Cómo cuáles?

Servicios y proveedores contratados en los que podemos encontrar ahorros. Vamos a buscar eficiencia por ese lado, entre otros. Y vinculado a la cuestión de costos aparece el segundo eje vertical que es el de los política comercial.

¿Por qué los vincula?

Porque no se trata de focalizarse en los costos, sino que para que los números cierren y ser eficientes apunto sobre todo a que aumenten fuerte los ingresos por productos y servicios bancarios. Por eso el otro eje es el desarrollo comercial y para eso vamos a cambiar la política comercial modificando nuestro apetito de riesgo para salir a prestar más allá de los jugadores que ya tenemos. Si bien nuestro accionista principal nos alimenta con negocios, debemos salir a la calle. El banco tiene que salir a la calle.

Voy a ir hacia una política comercial mucho más agresiva porque la actual está atada a un apetito de crédito muy conservador y focalizada en los negocios que trae el accionista, que es la Municipalidad. Salir a la calle, como dije antes, significa salir a prestar a la empresas. Y, también como dije antes, para sacar el banco a la calle tengo que darle herramientas a la gente porque no los puedo mandar a la guerra con una gomera. Y ahí sí el Banco Municipal tiene una gran ventaja sobre el resto de la plaza: podemos tomar decisiones rápidas, por ejemplo a quién prestar y en qué condiciones.

En nuestro caso, vamos volcar nuestra política crediticia entorno a las pymes. Por razones patrimoniales, debemos focalizar en crecer en el segmento pyme, adonde la tasa de interés me permite maniobrar aprovechando la ventaja del costo de fondeo competitivo que tenemos.

En ese sentido, en breve vamos a dar a conocer líneas para financiar proveedores de la municipalidad, pero también líneas para financiar inversiones y capital de trabajo abiertas a todas las empresas con tasas subsidiadas muy por debajo de la inflación.

Y vinculado a lo comercial, aparece como otro eje, el armado y la ejecución de una política de reposicionamiento de la marca y todos los servicios y productos tecnológicos disponible, como el cobro con Qr, que les falta comunicación y difusión.

¿Y el cuarto eje?

Es la regionalización. Como digo no soy fundacional. Acá hay un importante trabajo previo que vamos a seguir profundizando. Ya tenemos 9 cajeros en localidades cercanas. En breve vamos a tener 11 cajeros en ciudades chicas. Y la regionalidad nos sirve para tener capilaridad institucional y cumplir con la funciones de un banco público. Pero, trabajando con los intendentes, vamos firmando convenios que nos sirven de manera institucional y también nos cierran económicamente. La política institucional del banco público no me puede hacer perder plata. Tiene que ir de la mano.

¿Vale también esa postura para cuando los clubes grandes de la ciudad, como Newells y Central, le vienen  pedir financiamiento?

Totalmente. El financiamiento del banco a entidades debe ir acompañado de la generación de negocios al banco. No es sólo una cuestión de que nos ofrezcan buenas garantías de repago del crédito.

¿Qué plan tiene para BMR Mandatos y Negocios?

En línea con lo que queremos para el banco, vamos a sacar a BMR a la calle. Tenemos que darle vida a BMR. Buscamos que genere sus propios negocios. Queremos que explore oportunidades comerciales aprovechando la transparencia que genera su participación como entidad fiduciaria en la organización de fideicomisos. Y ya se están analizando y avanzando con importantes proyectos.

¿Y con la Fundación?

También buscaremos que salga a la calle. Que genere sus ingresos. Tenemos un excelente equipo de profesionales de la economía que puede ofrecer a los distintos sectores empresarios la elaboración de estudios y servicios de consultoría.

¿Cómo cerraron los números del primer trimestre?

Tenemos los provisorios. Operativamente cerramos con ganancias. Y con un muy buen nivel. Pero al hacer el ajuste por inflación, el balance final trimestral dio negativo. Hay que entender que cada punto de inflación nos cuesta 25 millones. Es imposible no perder con la alta inflación y las tasas tan retrasadas. Pero ya en marzo, debo aclarar, tuvimos resultado positivo contabilizando el ajuste por inflación, pero igual el balance final dio una pequeña pérdida al contabilizar Ganancias.

¿Y las perspectivas para el año?

El aumento de la tasa de política monetaria del 41% al 47% era lo que el sistema estaba esperando y, realmente nos da oxígeno, porque tenías la tasa con un techo muy bajo mientras que los costos no paraban de crecer.  Los aumentos de tasas nos sube el techo.

Tras el acuerdo con el FMI, el Banco Central empieza a subir gradualmente la tasa de interés mientras se espera que con el correr del año la inflación empiece a bajar en torno a los 3%/3.5% mensual. De concretarse ese escenario, en el segundo semestre ya tendríamos un balance final positivo. Para fin de año vamos a ganar dinero. A tener ganancias para financiar las políticas que nos apunte la Municipalidad.

Pero igual quiero aclarar que la política del Banco Municipal es buscar el crecimiento por el lado de sus negocios propios y no por razones del contexto financiero nacional que no manejamos, como la regulación de tasas de interés que define el Banco Central.

El objetivo está puesto en que el banco tenga utilidades económicas para cumplir con sus objetivos institucionales producto de su eficiencia y no de las condiciones coyunturales de la macroeconomía.