“Estamos trabajando normalmente. Las oficinas están abiertas y la gente trabajando con total normalidad. Y mientras tanto apelamos la decisión de Inspección General de Justicia (IGP) confiados en que vamos a ganar porque nuestra actividad es totalmente legal”, resaltó el presidente en Argentina de la cadena inmobiliaria Remax, Sebastián Sosa.

En septiembre, la IGPJ resolvió que “la compra, venta y alquiler de propiedades a través de la franquicias Remax es una actividad ilegal" y por eso ordenó “la inmediata disolución y liquidación de la empresa”. Una decisión que para Remax es otra “embestida infundada” de los operadores inmobiliarios. “La oposición a Remax es ideológica”, resaltó.

Sosa encabezó este martes al mediodía una conferencia de prensa virtual con periodistas de Rosario, Santa Fe y Córdoba para analizar, junto con los referentes de cada de Remax de las tres ciudades, la marcha del mercado inmobiliario. Y al cierre del encuentro se explayó sobre la situación judicial de la empresa.

“Hasta el Colegio de Corredores Inmobiliarios de la ciudad de Buenos Aires, que fue el que llevó el reclamo en nuestra contra al Ministerio de Justicia de la Nación, tuvo que salir a aclarar de que -mientras todo esto se dirime- estamos legalmente habilitados para trabajar como lo venimos haciendo”.

En ese sentido, Sosa se mostró confiado en que la resolución final será favorable para Remax. Y fue ahí que las referentes de Rosario (Jesica Tobio) y Santa Fe (Caroline Hönger) recordaron que en la instancias superiores la Justicia de Santa Fe resolvió siempre a favor de la cadena ante las demandas realizadas por el Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario. “Hay resoluciones que todavía estamos esperando, pero las que fueron saliendo de la Corte Suprmea siempre nos fueron favorables”, resaltó Tobio.

Según Sosa, no hay diferencias en la forma en que se opera entre Remax y las inmobiliarias tradicionales. “El que muestra una propiedad o lleva el trámite no es un matriculado, aunque en nuestro caso hay muchos agentes inmobiliarios, mientras que el que firma y es el responsable es una corredor matriculado. Eso pasa en cualquier inmobiliaria, pese a que pueda tener tres o cuatro personas mostrando una propiedad, mientas que en la nuestra puede llegar a haber 50 personas por oficina”, explicó.

Para el titular de la cadena, “nuestro modelo de trabajo es distinto porque no es vertical como en las inmobiliarias tradicionales sino que es más horizontal y colaborativo, y eso se ve claramente en el reparto de las comisiones".  Para el empresario, "nuestro esquema es mejor parar incentivar el trabajo y el compromiso de todos los integrantes de la organización”.

Y agregó: “Somos como un coworking de negocios inmobiliarios, una estructura que trae modernidad a la comercialización con una impronta más colaborativa y tecnológica, por ejemplo en la medición de datos y en el cruce de información con las otras oficinas de la red, pero cuyo funcionamiento se ajusta a la normativa del país”.

Según contó Sosa, en el exterior (la cadena tiene origen en Estados Unidos) causa mucha sorpresa que la animosidad contra Remax haya llegado a instancias judiciales. “Siempre hubo resistencias, pero nunca de esta magnitud. En el extranjero se sorprenden. No lo pueden creer. Y si seguimos así en cualquier momento terminamos con una serie en HBO”, ironizó.

La exposición mediática por el fallo de la IGPJ nos causó daño. Al final, la gran mayoría de la gente hizo su propia lectura y entendió que es un intento para sacarnos del mercado. Y esa comprensión de nuestros clientes nos gratificó. Pero nos ocupa tiempo y nos cuesta dinero. Tenemos que pagar honorarios profesionales, costos judiciales y también nos lleva tiempo tener que explicar una y otra vez lo que está ocurriendo. Además, del daño reputacional también nos duele el hostigamiento a nuestros profesionales”, se lamentó finalmente .