El run run de los negocios viene muy cargado esta semana. Así que vamos directo al top five:

1) Apareció una disputa empresaria por un cotizado lote en pleno Puerto Norte. Se trata del terreno lindante de las torre Maui en la que supo haber un proyecto para levantar un hotel Sheraton y dos torres de viviendas que nunca prosperó. Pero ahora el empresario que no pudo hacer pie con ese proyecto vuelve a la carga ¿Cómo es la historia? Ese terreno era de Servicios Portuarios, la empresa que tiene en esa zona -entre otras- las tierras adonde se levantan las torres Maui. Allí puso la mira hace más de 13 años el empresario rosarino Carlos Gianni, dueño de Turicentro, para levantar un desarrollo inmobiliario que incluía un hotel Sheraton. Luego de que no prosperaran las conversaciones para asociarse con Servicios Portuarios, finalmente le compró el predio y empezó un largo recorrido por la Municipalidad y el Concejo hasta que en 2017 le aprobaron el proyecto permitiéndole construir hasta 46 mil m2 entre el hotél y edificios de viviendas. Pero justo por esa época Gianni quedó envuelto como presunto testaferro de ex Secretario de Obras Públicas del kirchnerismo, José López, el que escondía los bolsos con la plata en un convento. Finalmente, en 2019 Gianni fue absuelto de la causa (en primera instancia y en Cámara, con voto unánime de los camaristas, por lo que todo quedó juzgado y archivado) y desde el año pasado empezó a querer retomar el viejo proyecto. Pero ocurre que, una de las cláusulas que firmó cuando compró el terreno a Servicios Portuarios disponía que si pasaba un período sin empezar las obras Gianni debería abonar como una suerte de multa una millonaria cifra a la empresa vendedora. Ese plazo se incumplió y pagar los millones por esa cláusula torna inviable el proyecto (hoy representaría la mitad del costo del terreno). Otra alternativa seria asociar a Servicios Portuarios, algo que Gianni no parece dispuesto y a Servicios Portuarios no parece tentar. Incluso, en Servicios Portuarios dudan de que realmente Gianni tenga la capacidad financiera de activar el desarrollo, más en un contexto de pandemia, y creen que hay otro negocio atrás o que lo que busca con esta avanzada es reposicionarse en el establishment local luego de su recorrida por la Justicia penal. La disputa ya tuvo sus primeras escaramuzas en Tribunales porque Gianni dijo que quiso hacer posesión del terreno, pero Servicios Portuarios no los dejó pasar (deben ingresar por Maui) con el argumento de que no cumplían los protocolos sanitarios obligatorios en todas las obras de construcción. Y la disputa seguirá.

2) La Bolsa de Comercio de Rosario renueva a fin de año su presidente y la incógnita es si el actual titular de la entidad bursátil Daniel Nasini intentará ir por un nuevo período de dos años. Y la respuesta es que Nasini tiene firmes intenciones en seguir, según él mismo comenta entre allegados. Hay que recordar que el agente de Bolsa no terminaba de acomodarse en el sillón de la presidencia cuando estalló el megadefault de Vicentín que impactó institucionalmente en la Bolsa luego de que por cuatro años su presidente Alberto Padoán, referente de Vicentín, la condujera al ritmo de la agenda de la agroexportadora. Esa crisis, que pegó duro en el recinto de operaciones, provocó también un fuerte cimbronazo en la conducción de la Bolsa, ya que allí estaban sentados quienes habían acompañaron a Padoán durante su presidencia y muchos de los cuáles ahora se habían convertido en los principales acreedores de Vicentín. Luego, estalló la pandemia del coronavirus que bajó la febril actividad institucional presencial, que siempre fue un sello de la Bolsa, y además obligó a Nasini a guardarse y salir casi nada de su casa, perdiendo así la entidad varios casilleros en la representación del lobby agroindustrial a nivel nacional, que fue a manos porteñas. Ante esas dificultades que tuvo para hacer pie, Nasini comenta en su entorno que tiene la intención de buscar la reelección para que su gestión deje un sello propio. 

3) Luego del escándalo por la denuncia de millonarias transferencia de fondos que la Cooperativa de Estibadores de Puerto San Martín tenía en el Banco Nación hacia las mutuales con patrimonio substancialmente menor al fondeo recibido y también hacia el banco Coinag (que habría recibido con ese fondeo una más que vital asistencia en momentos muy ajustados), el interventor de la entidad, Daniel Sorrequieta, anunció que puso al 31 de agosto como fecha de las elecciones en las que los asociados votarán por un nuevo presidente normalizando así su vida institucional. Si bien ahora el juez que lleva la intervención, Marcelo Bailaque, debe oficializar la fecha, el anuncio permitió desinflar el conflicto que escalaba y se disponía a materializarse con un paro general en la zona que hubiese frenado toda la actividad portuaria. Sobre las denuncias por vaciamiento, Sorrequieta estuvo comentando a su allegados que eran parte de una puja entre facciones de estibadores y políticos que se disputan la millonaria caja de la cooperativa. No obstante, los números rojos que se filtran muestran resultados negativos con los que la entidad no está acostumbrara lidiar. El balance que ahora deberán presentar mostrará si la intervención, que arrancó en 2019, deja un saldo positivo o un perjuicio económico. Pero lo cierto es que con el llamado a elecciones ahora el escenario cambia. Y las distintas facciones que, por la fuerza, tenían como objetivo común sacar a la intervención empiezan a prepararse para competir en las urnas. Hay dos fracciones opositoras al viejo cacique Herme Júarez que son la "La Celeste y Blanca" y la "Agrupación Miguel Ru" que ya se están moviendo. Por el lado de Juárez, en cambio, sólo hay silencio de radio. Y es que no se lo ve por ningún lado y cuentan que sólo se puede acceder a él si las hijas lo habilitan. Y no sólo para tener una reunión sino también cuando se trata de un simple llamado. 

4) Si vamos por el lado del comercio y la gastronomía, las malas noticias no paran. A la buena que significó que Garbarino reabra sus cuatro locales en la ciudad, que mantuvo cerrados una semana como reflejo de su fuerte crisis financiera, le siguieron las crecientes dificultades que tiene el shopping Portal Rosario, que ya acumula 55 locales cerrados de los 160 espacios que tiene y enfrenta rumores de cierre con planes de reconversión que no terminan de hacer pie. Pero por lejos la noticia más dura fue que se hiciera público que hay muchos bares de Pichincha, la zona más top, que están siendo extorsionados por grupos mafiosos, atribuidos a alguna línea de Los Monos, que les exigen dinero a cambio de no balearles sus comercios. Esa vieja práctica, propia del siglo XIX, ahora queda expuesta en los whatsapp y redes sociales abiertos por la cervecerías para recibir pedidos de delivery ya que también por ahí reciben amenazas. Y no son sólo amenazas, las balaceras y los robos frente a los locales de Pichincha viene siendo noticia. El tema es que la extorsión no sería el único "modus operandi" de sectores pesados hacia el comercio gastronómico. Ocurre que en Avenida Pellegrini, los comerciantes tradicionales están viendo con mucha preocupación que grupos pesados se están quedando con bares en dificultades (hoy todos están a la venta y con problemas financieros) en negociaciones claramente desfavorables para el vendedor. Incluso, hay uno en el corazón de la avenida que es un secreto a voces que ya está bajo comando de un grupo muy pesado. Y es que los bares son una forma de canalizar dinero informal al circuito formal (declarando ventas cobradas en efectivo que no se hicieron). Quienes más lo están sufriendo son los proveedores de estos bares, quienes sufren en carne propia cómo les estiran los plazos de pago y les bajan los precios sin tener mucho margen para quejarse porque prefieren dormir tranquilos.

5) Para cerrar el top five, vamos por el lado de la industria. Como otra muestra de que el sector fabril lidera la recuperación, esta semana tres fábricas brasileras instaladas en la región (Vipal, MarcoPolo y Random) anunciaron inversiones por u$s20M que sumarán entre 600 y 900 empleos a la zona. En el sector preocupa el cuello de botellas de las importaciones de insumos, ya que el gobierno no afloja el torniquete y son muy pocos los productos que entran, y temen que eso complique la consolidación de las mejoras. Pero además tiene otro frente de tormenta: los empleados infectados o aislados por coronavirus. Así como pasa en las escuelas, las empresas no son lugares de contagio, pero muchas empresas ya advierten que el aumento en la tasa de contagios de coronavirus y el consecuente mayor ausentismo les está afectando la actividad. Por ejemplo, el último informe de la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa) sobre los niveles de producción de abril, que mostraron una caída del 32% respecto de los de marzo, se sostuvo que “el comportamiento de abril se dio debido a que varias asociadas se vieron obligadas a reducir el ritmo de producción por la reorganización de los equipos de trabajo ante el incremento de los contagios de Covid-19”. Y no son la excepción: en el sector autopartista aseguran que el ausentismo ronda el 20%, en gran parte por el coronavirus. Incluso, en el sector siderúrgico, en Acindar durante los meses de mayor pico de contagios tuvieron 150 personas aisladas, por lo que tuvieron que contratar horas extras y tomar empleados temporarios subiéndole así los costos.