Ángela Lerena, la periodista deportiva bonaerense de 46 años, toca el cielo con las manos. Tras más de 25 años de ejercicio de la profesión, y después de los eternos sueños de la infancia, puede sentirse plena. Atrás quedaron esos juegos infantiles de colección de posters -que incluían memorización de nombres y rostros- para insertarse en los grandes medios y poder analizar lo que siempre le gustó: el fútbol. Desde su lugar preferido, el de incomodar a un universo tradicionalmente machista, Lerena se planta y dice lo que tiene para decir. 

Con orgullo de lo aprendido y recorrido, durante más de 30 minutos le relató a Rosario3 sus principales visiones de muchos de los temas que hoy atañen al ambiente de la redonda. Mediante una sonrisa nerviosa y tocándose el pecho con las dos manos, confesó que le cuesta ver nuevamente el gol de Götze del Mundial 2014, se animó a reconocerse un poco más partidaria de Bilardo que de Menotti, y sorprendió: “Bielsa es una síntesis de los dos”.

Sobre su labor, no dudó en afirmar que “hay una lupa muy importante” por el simple hecho de ser mujer. Asimismo, la conductora de TNT Gol Fem, un programa que cuenta la actividad de la liga femenina, contó cómo se dio su inserción con las chicas y cómo incide en su vida su militancia feminista.

-Desde 1995, en seis mundiales trabajaste. ¿Hay alguno que te haya despertado lo que te despertó este? 

-La verdad que el que más me marcó lo viví como hincha y fue el 90. Es el mundial de mi vida y de mi corazón. El del 2002 me dejó heridas muy profundas. Para Corea-Japón había seguido toda la previa de la Selección, la acompañé a la Copa América, la gira por Europa del 2000 y eliminatorias, que nos había ido extraordinariamente bien. Haber quedado eliminados en primera ronda aún me duele. El de 2014 también fue un mazazo. Me cuesta volver a ver el gol de Gotze.

Lerena conduce TNT FEm Gol (TNT Sports)

-Viste que en el 94 se dio esto de “quiero que Argentina salga campeón por Diego”, ¿se está creando un clima similar por el posible último Mundial de Messi?

-Creo que hay un plus de ilusión en que Messi pueda conseguir un Mundial. Ojalá que Leo gane la copa, pero igual quiero que la ganemos por los argentinos, por el escudo y la historia. Quiero seguir peleándole a Brasil, Alemania e Italia la cantidad de mundiales. Lo más lindo del mundial es ganarlo, tengo el recuerdo del 86 y es una hermosura, pero ir con ilusión, con un equipo bien armado que le pueda ganar a cualquiera, me gusta mucho. 

-Te meto en la grieta. ¿Te sentís bilardista, menottista o estás alejada de ese lugar?

-A mí me gusta la planificación. La estructura viene primero y el talento se apoya en la estructura, pero no se puede anteponer el talento a la organización. En ese sentido me siento más cerca del bilardismo. He tenido la posibilidad de ver entrenamientos de Menotti, Bilardo y de Bielsa en Vélez. Para mí Bielsa es una síntesis de esas dos posturas. Guardiola también lo es. Es una síntesis de la planificación, estar al día con cada detalle que le podés sacar provecho en el juego y al mismo tiempo, buscar una cuestión ofensiva, superar al rival y jugarle en campo contrario. Esas dos cosas se pueden hacer juntas. Ahí ya no tengo grietas.

Siento que la mujer tiene una lupa más importante. El error se paga más caro

-El fútbol despierta pasiones y emociones, pero vos llegaste a un punto de racionalización del juego. En ese sentido te quiero preguntar ¿cómo te formas para ser comentarista?

-Sí, tenés mucha razón. Tiene que ver con que no puedo ser hincha hace muchos años, entonces todo va por otro lado. Desde chica lo estudio. Me puse a estudiar cuestiones tácticas leyendo El Gráfico y con los años, me puse a preguntarle a entrenadores, ayudantes, amistades y contactos que fui recogiendo y con los que me pongo a hablar de fútbol. En la cuarentena aproveché para hacer varios cursos más intensos, dos de videoanálisis y uno de análisis tácticos de dos niveles, y leo muchísimos libros de fútbol. La verdad, que estudio casi todos los días.

Lerena en acción, con sus compañeros, la mayoría varones

-¿Te sentís más observada que el resto?

-Sí, más vale. Eso tiene un lado bueno también, que es que en los partidos la gente sabe que estoy y a veces, por ahí no tienen tan claro que están los otros. Eso te da un conocimiento que tal vez un varón no tendría. A veces se está hablando más de mí que estoy en el campo de juego y no de mis compañeros que están en la cabina y tienen un rol más importante. 

-¿Y la parte mala?

-Te lleva a una exigencia mayor. Trabajo en periodismo desde los 19 años, cuando empecé, que estaba en TyC Sports, llegaban cartas al canal felicitándome o criticándome. Siento que la mujer tiene una lupa más importante. El error se paga más caro. Si googleas mi nombre en internet aparecen notas con un error mío, dije amarillo en vez de verde, y hacen una nota los diarios de eso. Soy muy perfeccionista y lo tomo como una forma de obligarme y elevar el nivel. 

Pequeños gestos de humanidad

-El periodista está asociado a preconceptos: que tiene plata, fama, prestigio… ¿hay algo de todo esto del periodismo que no te genere nada?

-A mí no me gusta del periodista que muchas veces se siente más importante que la noticia. No me gusta el periodista que cuando empieza a irle bien, tiene un bienestar económico y se aleja de la gente. La imagen del periodista que está en un auto con vidrios polarizados parando en el semáforo y baja el seguro. Es algo que intento evitar, crecí en un ambiente privilegiado en San Isidro, sigo viviendo acá y realmente es una burbuja que me distancia del resto de la sociedad, pero desde muy chica empecé a ir a la cancha y ver otras realidades, y nunca más voy a ser una persona aislada en su burbuja. Traigo a mis hijos en colectivo porque quiero que vean lo que es ir apretado, que vean que pasa cuando el colectivo te deja y tenés que esperar otro. Creo que es un aprendizaje muy importante el que les estoy dando. 

TNT Sports

-Tiene que ver también con un rol social la difusión del fútbol femenino. ¿Siempre estuviste vinculada a ese ambiente o fue con la lucha social que se venía dando?

-No. Más allá de que había jugado de chica, con compañeros, primos, en recreos, para mí el fútbol profesional estaba asociado a los varones. Con el tiempo conocí mujeres que jugaban al fútbol, mujeres que querían organizar a mujeres para jugar y me di cuenta de la importancia que tienen. Que una nena pueda agarrar una pelota, jugar y no recibir prejuicios, es muy importante. Significa muchas cosas. Es decir: “como mujer puedo hacer lo que quiera”.

-Vos tenés la posibilidad de hacer un programa que aborda al fútbol femenino en TNT Sports. ¿Notas retribución de las chicas hacia vos?

-La noto, estoy muy orgullosa de que me quiera el ambiente del fútbol femenino. Me doy cuenta de cosas en TNT gol Fem, que sale los miércoles a las 21 y es un espacio mío y también de TNT que apostó desde el inicio al fútbol femenino: invitamos a dos futbolistas o técnicas por programa y siempre me dicen que sí. Todos son felices de ser parte. Además, me invitan a los partidos, me mandan cartas, entradas, está buenísimo y es hermoso. Ver el crecimiento que tuvo me pone la piel de gallina, y el crecimiento no es ver a la primera solamente, es pasar por un barrio y en el potrero estén jugando nenas. 

-Sin hablar de Messi, de Di María, Lo Celso, Bielsa, ¿cómo ve el porteño a Rosario hoy?

-Se ve pasión total, canchas llenas todo el tiempo, algo de violencia contenida que se desata en los clásicos. También es cierto que hay una distancia entre los clubes porteños y el resto de los clubes del país. Hay como una ajenidad. También me pasó de ir sola al baño del Coloso y escuchar a dos chicas atrás mío diciendo “estos porteños de mierda” … y preguntarme, ¿y ahora cuando salga qué pasa? (risas). Los futboleros y futboleras queremos lo mismo, medio es una pavada tener esta división interior/porteños, una cosa dirimida hace 200 años.

-¿Qué cosas te brindan esperanzas y cuáles resignación?

-Lo que más me genera tristeza es el individualismo, el sálvese quien pueda. Por otro lado, todos los gestos de solidaridad me impulsan a seguir militando por un mundo mejor en el que podamos pensar colectivamente. 

-¿Podrías ejemplificar alguno de esos ítems?

-En Buenos Aires está Mónica Santino y tiene un equipo en la villa 31. Lleva equipos visitantes que a veces tienen miedo de ir a la villa 31 para que juguen contra sus jugadoras. Rompe tabúes y gente que nunca se hubiera metido en la villa termina tomando mates con las rivales, es un ejemplo de gente que desde su lugar transforman y me devuelven fe en la humanidad. 

-Si pudieras pensar en algo que viviste, y que lo quisieras cambiar por lo que sea, o también repetirlo. ¿Qué sería?

-El gol de Götze en la final de Brasil (risas)...

-¡Pero ahí no sos protagonista!

-No, la verdad que haría todo igual. Hay un montón de cosas que me salieron mal, tengo un divorcio (risas)…un montón de trabajos, pero haría todo lo mismo porque me trajo hasta acá.