Argentina se coronó campeón del mundo al derrotar a Francia en los penales, luego de igualar 3 a 3 en los 120 minutos de juego. La definición llegó de los pies de Gonzalo Montiel, al meter el cuarto disparo argentino.

Dibu Martínez había atajado el penal de Coman y luego falló Tchouaméni. Por Argentina, anotaron consecutivamente Messi, Dybala, Paredes y le llegó el turno a Montiel. Cachete tocó suave al gol y desató una locura que esperó 36 años. 

El defensor de Sevilla había pateado con maestría el penal que le tocó en cuartos de final ante Países Bajos. 

No fue una decisión azarosa. Montiel ya había pateado penales decisivos en su carrera. El futbolista pateó 10 penales en su carrera y metió los 10.

Montiel era el encargado de patear los penales en River. Su figura apareció luego de una racha negativa del equipo de Marcelo Gallardo en ese aspecto. Desde que tomó esa responsabilidad, no falló. Y en la selección, tampoco.