Newell's estrenó su temporada 2024 y el ciclo del técnico Mauricio Larriera con un triunfo agónico ante Central Córdoba en Santiago del Estero, por la primera fecha de la Copa de la Liga. La Lepra se impuso 1-0 con un gol del juvenil Giovani Chiaverano a los 50 minutos del complemento. En la última jugada, el arquero Ramiro Macagno salvó el triunfo, merecido por lo mostrado a lo largo de casi todo el partido, a puro reflejo. 

En un duelo parejo y de bajo vuelo, la Lepra dominó levemente el primer tiempo y exhibió algunas pinceladas de la idea del técnico Mauricio Larriera, apostando a la posesión del balón, la presión alta y la recuperación rápida. El equipo se entretuvo menos con la tenencia y fue un poco más directo comparado con el modelo 2023 de Heinze.

En ese comienzo promisorio se notó la injerencia de Éver Banega, a quien se lo vio alineado físicamente y preciso con la pelota en los pies. El 10 y capitán rojinegro intentó manejar los hilos, aunque le faltó profundidad como al resto.

Pero la Lepra, pese a tener la iniciativa no pudo traducirla en ocasiones claras frente a un rival que, aunque la tuvo menos, le generó algunos dolores de cabeza con Godoy sobre las bandas.

Por eso al conjunto rosarino le costó llegar con peligro al arco del Ferroviario, algo que logró con un chispazo de Banega al encarar y desprenderse por la zona media, a los 12 minutos, pero su remate de derecha se fue apenas desviado. A Newell’s le faltó pisar el acelerador.

Un capítulo aparte en Santiago fueron las discutibles decisiones del árbitro Luis Lobo Medina, quien le anuló un gol a Brian Aguirre por una mano de Schor y luego no sancionó un posible penal para el rojinegro cuando la pelota impactó en la mano de Minissale, todo en el primer tiempo.

En el complemento, el equipo de Abel Balbo se acomodó y emparejó el trámite. Con la tenencia más repartida y el Ferroviario con otras ambiciones, se abrieron espacios para jugar e intentar llegar con profundidad. 

Pero a esa altura el partido había caído en un pozo del que ninguno parecía capaz de salir. Entre las imprecisiones, las decisiones erróneas y la falta de creatividad, hubo pocos pasajes de lucidez. 

Larriera mandó a la cancha a Juan Ignacio Ramírez y también sostuvo a Guillermo May, que en el segundo tiempo casi convierte de cabeza. El Colo, debutante en el fútbol argentino, tuvo un remate de derecha que pasó cerca. El DT apostó al doble nueve en busca de quedarse con los tres puntos

Los cambios le dieron piernas y también le oxigenaron la cabeza al conjunto leproso, que en los últimos veinte minutos de juego recuperó el control casi absoluto del balón y arrinconó al Ferroviario contra su área. 

Brian Aguirre, encendido en el complemento, tuvo un par de incursiones peligrosas en terreno rival y Newell’s empujaba en busca del gol. Al final, una corrida excelente de Ian Glavinovich, tras una pared con Ramírez, le dejó servido el grito del triunfo al juvenil Giovani Chiaverano, prácticamente en el último suspiro. 

Pero el 1-0 para los rosarinos estuvo seriamente comprometido unos pocos segundos después, cuando Mateo Sanabria estrelló un disparo de media distancia en el travesaño y, en el rebote, el arquero Ramiro Macagno respondió a puro reflejo para evitar la caída de su arco. 

Newell’s tuvo su premio por haberle encontrado la vuelta el partido en la parte final del complemento y por no renunciar a la búsqueda. La victoria en condición de visitante le permite iniciar la temporada con tres puntos importantes y crédito para el entrenador.