Autoridades del gobierno de Australia reconocieron que surgieron dificultades que ponen en peligro la realización del primer Grand Slam del año para el mundo del tenis. Se trata de un rebrote en el sur del país que obligó a declarar una nueva cuarentena con el objetivo de intentar contener la escalada del virus.

De acuerdo al protocolo que había realizado junto con la Asociación de Tenistas Profesionales, y la Asociación de Tenis Femenino, los jugadores que estaban inscriptos para participar del Abierto de Australia, debían arribar al país a mediados de diciembre y cumplir una cuarentena de 14 días en Victoria.

Luego de eso, los 500 tenistas que estaban en condiciones de viajar, quedaban habilitados para participar de los distintos torneos que se realizan como preparación para el Grand Slam. Entre ellos; Sidney, Brisbane, Perth, Hobart, Adelaide y Canberra.

Pero con el anuncio de las nuevas medidas restrictivas, se puso en duda la posibilidad de que los jugadores puedan ingresar al país y cumplir con los protocolos en tiempo y forma. El hecho fue notificado por la ATP a los tenistas mediante un correo en el que adelantaba que el inicio de la temporada 2021 es incierto. “Estamos trabajando lo más duro posible para proveer el mejor programa posible", aseguraron.