El serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, ganó este domingo por tercera vez el Masters 1000 de Shangai, al superar en la final al francés Jo-Wilfried Tsonga (16°. por 6-2, y 6-4 en una hora y 18 minutos.
Su poderío esta temporada está más que probado. Lleva ya nueve títulos en lo que va de año, cinco de ellos Masters 1000, y acumula 25 de esta categoría en su carrera, superando en uno al suizo Roger Federer, y amenazando el récord del español Rafael Nadal (27°).
Para más datos, Djokovic ganó 38 de los últimos 39 partidos disputados en China.
Su racha de 28 partidos seguidos ganados en suelo mandarín la interrumpió Federer en las semifinales del pasado año en estadio el Qi Zhong.
En China, ostenta un récord de 10 victorias en finales, seis en Pekín y cuatro en Shangai.
El único país en el que Nole ha ganado más títulos es Estados Unidos, con once.
El partido
Djokovic anuló todas las esperanzas de Tsonga, que ya había dicho el sábado que se tomaba este partido como "una gran oportunidad", y había prometido "darlo todo" para lograr el que hubiera sido tercer triunfo en un Masters 1000 en su carrera, tras los de París en 2008 y Toronto en 2014.
El de Le Mans puso en juego una estrategia similar a la empleada con éxito el sábado ante el español Rafael Nadal en semifinales, cuando decidió renunciar al primer set para tratar de cansar a su adversario y atacar en los dos siguientes, si es que lo conseguía, con más rotundidad, aprovechando su gran potencia con el servicio, pero solo anotó cinco "aces" y perdió cuatro veces su saque.
A Tsonga le queda el consuelo de subir del puesto 15 al noveno, en la lista de acceso al Masters de Londres.
Festejo mandarín
Fiel a su costumbre de los últimos años en Shangai, el tenista serbio deleitó al público chino firmando la lente de una cámara con una palabra en mandarín: el ideograma "xi" (traducible como "alegre"), e incluso se permitió el guiño juvenil de sustituir el radical (un cuadrado que representa la boca, "kou") por un corazón.
Nole, conocido en China como "Xiao De" ("Virtuosito", o más bien, "Pequeño D."), ya celebró su victoria el viernes escribiendo "xiao" ("reír"), para expresar su alegría, y ayer "zàn" ("elogiar", por respeto a su rival, el número dos del mundo, el británico Andy Murray).
De hecho puso en práctica también sus nociones elementales de chino al comenzar a hablar al público sobre la pista, al que saludó diciendo nada menos que: "Ni hao! Xiexie nimende zhichi! Wo ai nimen, Zhongguo! Wo ai nimen, fengsi!" ("¡Hola! ¡Gracias por vuestros ánimos! ¡Os quiero, China! ¡Os quiero, 'fans'!").
Entre los caracteres chinos que el tricampeón de Shangai serbio conoce está su propio apodo de "Xiao De", que combina "xiao" ("pequeño") con el primero de los cinco que componen la equivalencia fonética de su inmensamente largo nombre en mandarín (Deyuekeweiqi).
