Coco Vandewegh demostró ser una chica de “armas tomar” durante su reciente participación en el US Open. Tanto, que golpeó su raqueta contra el piso hasta dejarla “irreconocible. La acción fue reprobada por el público.
La neoyorquina, 45ª del ranking, tuvo un desastroso comienzo de partido (llegó a estar 0-5) frente ante su compatriota Bethanie Mattek-Sands.
Ese fue el detonante para que, durante un descanso del encuentro por la segunda ronda del último Grand Slam del año, la deportista canalizara su ira, mango en mano.
Enojada por la derrota, Vandeweghe comenzó a golpear la raqueta contra el piso. Como la gente comenzó a abuchearla por su comportamiento, se levantó de la silla desafiante y redobló la apuesta.
Coco le dijo adiós al torneo que se juega en su ciudad natal con una rotunda caída por 6-2 y 6-1 frente a Mattek-Sands.
En febrero pasado, había integrado el equipo de Estados Unidos –con Serena y Venus Williams– que jugó contra la Argentina. Mejor no imaginar ese vestuario.