Germán Herrera fue uno de los héroes canallas en la victoria clásica del domingo en el Parque. Pero quedó en el centro de las críticas y el enojo de jugadores e hinchas de Newell's por su polémico festejo del tercer gol: cuatro dedos levantados de la mano derecha.

"Esa es la manera en la que siempre festejo mis goles. Y es la dedicatoria a los cuatro integrantes de mi familia: cuando tenía el primero, lo festejaba con dos dedos; cuando llegó Martina, con tres; y ahora con Thiago, son cuatro. Lo pueden ver en todos los goles anteriores", explicó en Zapping Sport.

El chaqueño agregó en Radio 2 que "los muchachos de ellos se incomodaron porque pensaron que era una cargada: algunos lo entendieron. Le tengo gran respeto a Newell's: no tengo nada contra ellos. Además, en esta sociedad hay mucha violencia y debemos respetarnos más entre todos para mejorar. No fue mi intención cargarlos".

Herrera comentó además que a Newell's "ya le había convertido con San Lorenzo y con Gimnasia. Me había tocado en el Gasómetro y en el Único, y este lo disfruté mucho por mí y por mi familia también".

"Fue un triunfo que fuimos a buscar: lo pudimos manejar de principio a fin, pese a que hubo algunos sobresaltos al final porque estábamos con uno menos y ellos habían descontado. Pero por suerte pude convertir ese gol y fuimos justos ganadores", aportó.

Finalmente, se refirió a Paolo Montero: "Por suerte lo conocí como jugador en mis comienzos y se brindó muy humildemente con nosotros. Siendo técnico no cambió nada. Tienen muchas ganas de seguir creciendo, va por buen camino y ojalá pueda conseguir grandes cosas".