La selección argentina se mide este miércoles ante su par de Polonia en el partido decisivo del grupo C. Después de ganarle a México, el equipo de Lionel Scaloni sintió un gran alivio anímico, pero algunas deudas futbolísticas se mantienen y están en la gestación de opciones de gol. Por su parte, su rival de turno, es de los mejores del Mundial en la fase defensiva. 

Los europeos vienen de vencer a Arabia Saudita 2 a 0 y son, junto a Brasil y Marruecos, uno de los tres equipos de todo el Mundial que no recibió goles tras las dos primeras fechas.

Además, su portero, Wojciech Szczesny, figura de Juventus, es de los mejores de la Copa del Mundo en su puesto. Las estadísticas lo ubican como el segundo entre los arqueros con más atajadas por partido (4,5), apenas por debajo del arquero serbio Zivkovic. Y por si fuera poco, atajó un penal.

Uno de los grandes desafíos del equipo de Scaloni para este miércoles será romper el cerrojo defensivo que ofrecerá este conjunto conformado por defensores potentes y de muy buena talla. 

El equipo polaco tiene en su línea defensiva cuatro futbolistas altos: Matty Cash, lateral derecho de Aston Villa, de1,85 metro; Kamil Glik central de Benevento (ITA) de 34 años que mide 1,90; Jakub Kiwior, central del Spezia de 1,89 y Bartosz Bereszynski lateral de Sampdoria, de 1,82. Incluso sus dos mediocampistas centrales miden casi 1,90.

Será una buena oportunidad para que Argentina, con pelota al pie y movilidad, pongan en evidencia la presunta dificultad de los grandotes para trasladarse y ocupar espacios.