El defensor Marcos Rojo se desvinculó de Boca Juniors y está todo encaminado para que sea nuevo jugador de Racing, equipo al que llega luego de despedirse con dardos hacia la dirigencia xeneize, encabezada por el presidente Juan Román Riquelme, y bajo un insólito pedido del técnico de la Academia, Gustavo Costas.
Según reveló el periodista Esteban Edul en ESPN, Costas pidió que, si Rojo llega a Racing, su camiseta no lleve el apellido por la clara referencia al máximo rival, Independiente. “Hay un detalle y es que Costas tiene una condición para que Rojo juegue en Racing: que la camiseta no diga Rojo. Si se confirma, la 6 de Racing está libre, va a decir en su camiseta Marcos y no va a decir Rojo”, explicó.
El entrenador, fanático de la Academia desde muy chico, contó en varias oportunidades que no puede ver ni tener nada de color rojo, por la clara asociación con Independiente. "Está prohibido, es algo de familia ya. En mi casa tampoco... Acá nadie puede usar el rojo. No tengo nada rojo", respondió Costas en una rueda de prensa el año pasado, cuando fue presentado en Avellaneda.
El defensor de 35 años se realizará la revisión médica y firmará un contrato de productividad por un año con Racing, que intentará cerrar la operación este viernes para inscribirlo en la lista de buena fe para la Copa Libertadores.
Así, Rojo se transformará en el sexto refuerzo de los de Costas tras las llegadas de Tomás Conechny del Deportivo Álaves de España, Elías Torres de Aldosivi de Mar del Plata, Duván Vergara de América de Cali de Colombia, Alan Forneris de Colón de Santa Fe y Franco Pardo de Unión de Santa Fe.
Dardos a la dirigencia de Boca
Tras cuatro años y medio en los que supo ser figura, dar cuatro vueltas olímpicas y ganarse el cariño del público, el periplo de Rojo por Boca termina de la peor manera. Marginado por decisión del club, tal como afirmó Miguel Ángel Russo en diálogo con TyC Sports, acordó su rescisión en conflicto y ya enemistado con el DT y hasta con el propio Juan Román Riquelme, quien desde su llegada siempre le brindó un apoyo incondicional.
Pese a que no hizo mención de esos problemas en el final de su era de manera directa y valoró haber podido "cumplir el sueño" de jugar en el club que siempre quiso y del que es hincha, Rojo también reveló que no se va "como quiere".
De hecho, sobre el cierre de su descargo lanzó un tiro por elevación hacia Riquelme y compañía: "Hay cosas que prefiero guardarme, por el bien de Boca, que es lo único que me importa, el club y sus hinchas".
Pero eso no fue todo. El mensaje en general estuvo teñido de agradecimiento hacia los hinchas que "acompañaron en todos lados" y al mismo tiempo de mucha autocrítica. "Sé que a veces me equivoqué, les pido disculpas por mis errores", fue una de las frases más resonantes.



