Newell's y Banfield empataron sin goles por la anteúltima fecha de la Liga Profesional. Pero todos los ojos estuvieron puestos en la despedida de Maxi Rodríguez, el último gran ídolo de la Lepra que esta noche dijo adiós a su actividad profesional.

Ante las tribunas repletas, el número 11 y capitán rojinegro entró a la cancha escoltado por sus hijas (cuyos nombres, Alma y Aitana, figuran en sus botines junto al de su esposa Gabriela). 

Con una camiseta especial, al igual que sus compañeros, con una leyenda que decía “Gracias Maxi” estampada entre el escudo y la marca de indumentaria, el ex jugador de la selección tuvo un ingreso soñado. Jugó hasta los 11' del complemento y una vez consumado el 0-0, vivió a pleno su reconocimiento. Fue saludado por todos sus compañeros, que lo tiraron para arriba como un novio en su casamiento y se sacaron fotos para el recuerdo. 

En cuanto al pleito, los de Taffarel merecieron más pero chocaron con una muralla: Facundo Cambeses, el arquero de los de Dabove que atajó todo. Incluso un penal cuando ya se había cumplido el tiempo reglamentario en el segundo tiempo. 

Durante el primer período, se repartieron el dominio y las llegadas. A los 2’ ya tuvo la primera la Lepra y no fue gol de milagro: Bittolo llegó al fondo y mandó un centro que ni Fernández ni González pudieron empujar; y el rebote le quedó a Maxi, pero le taparon el gol anhelado.

La más clara para Banfield llegó a los 25': un centro de Urzi desde la izquierda encontró en la boca del arco a Sosa, que no pudo conectar claramente y la mandó por arriba.

Antes del final del primer tiempo, Rodríguez tuvo dos chances más: a los 37’, en la mejor jugada colectiva de la noche, la enhebraron Panchito González y Cacciabue para dejar sólo a Maxi ante Cambeses, pero el arquero le tapó el mano a mano. Y a los 47’, desde la misma posición que el último gol ante Central Córdoba, la Fiera se la dejó en las manos al 1 visitante.

En el complemento, nada pasó hasta que a los 11 minutos Maxi Rodríguez dejó el campo y abrió el apartado de la emoción: Maxi lloró, besó el campo de juego y fue saludado por todos su compañeros, mientras en el cielo retumbaban los fuegos artificiales. Pocos en la cancha pudieron contener tanta emoción.

Dos minutos después de la salida de la Fiera, la tuvo Garro pero su disparo fue sacado en la línea por Quinteros. Newell's siguió intentando aunque sin tanta claridad. Algo que Taffarel logró hallar con Fernando Belluschi en el terreno. De hecho, el de Los Quirquinchos le dio un pase de gol a Funez, pero el pibe no pudo controlarla.

De ahí al final, sólo Sordo estuvo cerca con un remate que Cambeses sacó contra un palo. Con Banfield desdibujado, parecía que se acababa cero a cero; pero con el tiempo cumplido el propio Belluschi frotó la lámpara y fabricó un claro penal. El 5 se hizo cargo, pero la gran figura de la noche, el arquero del Taladro, se lo tapó.

El rojinegro terminó masticando bronca por el resultado que no se dio, aunque nada podrá opacar la gran noche de Maxi Rodríguez: el fabuloso futbolista que se puso la camiseta por última vez. Y que dejó en el fútbol argentino una huella que sólo los tocados por la varita pueden producir.