Argentina le ganó a Ecuador 1 a 0 en el primer partido de Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026, Estados Unidos, México y Canadá. Fue un partido cerrado, donde el rival claramente estudió el juego del equipo de Scaloni y supo mantener su arco en cero durante gran parte del partido.

Todo cambió cuando llegó el gol de Lionel Messi de tiro libre que hasta el propio arquero rosarino Hernán Galíndez no se quiso perder. Al margen de lo futbolístico, la noche fue marcada por los hinchas, que casi 85 mil almas colmaron el Monumental, pero con una previa anunciada bajo la lluvia.

El día comenzó con bajas temperaturas, pero esto no fue excusa para que miles de familias se acerquen al estadio desde las dos de la tarde del jueves. Rosario3, desde muy temprano, fue testigo de la alegría de cada familia, de cada chico o chica, de cada adolescente, de las parejas y hasta de los abuelos, que se acercaban al Monumental y le ponían color a las calles de Nuñez. 

Los cortes de tránsito comenzaron desde las 13 en la zona del barrio River, y las puertas del recinto se abrieron a las 17, cuatro horas antes del inicio del partido. Las imágenes de un drone de El Tres mostró cómo se acercaba la gente para empezar a alentar al grito de “Que la mano de Leo Messi, toda la vuelta vamos a dar”.

En medio de los hinchas, apareció @yonosoymessi, un tal Leonardo, oriundo de Mar de Plata, que mostró orgulloso ante nuestro medio que en “un control policial”, le dieron el “título del parecido” al diez.

“Es muy lindo poder sacarle una sonrisa a la gente. Es un personaje. Logramos que la gente entienda que jugamos con el parecido y todos lo toman bien", dijo. Y agregó: “Desde hace muchos años me pusieron el apodo de Messi, pero en 2021, en un control policial me dijeron «si no tendrías el barbijo, serías Messi». Ahí me sacaron una foto y dijeron «¡¡noo, es Messi!!


La Scaloneta siempre generó una linda energía con la gente, pero el elevado precio de las entradas fue un factor que estuvo rondando durante toda la jornada: las más baratas (generales) tuvieron un valor de casi 20 mil pesos y las más elevadas (plateas San Martín y Belgrano media) de 89 mil.

Aun así, la gente que ingresó al estadio movió cielo y tierra para poder vivir una noche junto al equipo de Scaloni.

La primera ovación de la jornada, fue para Lionel Messi. Cuando la pantalla del estadio lo mostró bajando del micro que lo trasladó desde el predio de Ezeiza hasta River, el público estalló. La segunda explosión ocurrió cuando Emiliano Dibu Martínez salió a realizar la entrada en calor. Y sonó el "dale, campeón".

En medios de los gritos y euforia por ver la entrada en calor de los campeones del mundo, apareció una familia en una de las plateas bajas que por primera vez iban a ver a la Selección. “Es una emoción muy grande”, dijo una de las adolescentes a El Tres y Rosario3. En el medio, el abuelo contó que hacía mucho tiempo no pisaba un estadio de fútbol, pero que era “hermoso” poder estar ahí con sus más queridos. 

Claro está que eso es lo que genera Argentina y el fútbol: unión, amistad, familia y amor, un combo perfecto para acercarse a ver un partido de fútbol. Este es el camino de un nuevo sueño de la Argentina, y quedó demostrado que el apoyo de la gente siempre va a estar. 

La previa se vivió entre cánticos y banderas.