Durante su primera audiencia nacional del 2021, el papa Francisco arremetió contra aquellos que prefieren tener mascotas en lugar de hijos, y los tildó de "egoístas". Los dichos levantaron mucha polémica y hasta generaron una tendencia viral en Instagram, pero en Santa Fe tienen un correlato en los datos oficiales, que certifican que cada vez hay menos nacimientos.

Según estadísticas del Registro Civil, el año pasado se concretaron 39.946 nacimientos, lo que significó que por primera vez se perfore el piso de 40.000. En 2020 habían sido 40.427, mientras que en 2019 fueron 48.447 y en 2018 51.645. Es decir, en tres años, la cantidad cayó 24%.

Cuando Rosario3 quiso consultar por guarismos de años anteriores, desde el Ejecutivo santafesino respondieron que la respuesta resultaba "compleja" de brindar, puesto que la actual gestión puso en marcha un nuevo sistema, que dificulta el acceso a información previa. De todas formas, otras fuentes oficiales confirman la tendencia a la baja, al menos desde 2015 (según datos de la Dirección de Estadísticas e Información de la Salud).

Lionel fue el primer bebé nacido en 2022 en Rosario (Archivo)

¿Cómo se explica este fenómeno, más allá de la teoría planteada por el Papa, de un orden más moral? Mariano Dicosimo es psicólogo. Con una experiencia de casi dos décadas en el consultorio, se atreve a esbozar una hipótesis: "Culturalmente, el ideal de la familia, de ser padre o madre, sobre todo el ideal femenino, no tiene la fuerza que uno veía antes. Es evidente que hay una mayor preocupación por el proyecto personal, que va de la mano de la incertidumbre, de la dificultad de armar una casa propia o armar una familia", indicó.

El año pasado se concretaron 39.946 nacimientos, lo que significó que por primera vez se perfore el piso de 40.000

El profesional habla de "proyecto personal", mientras que el sumo pontífice habló directamente de "egoísmo". Parecidos, pero desiguales, como decía el eslogan del programa de actualidad política que estrenó la Televisión Pública el año pasado.

“Las personas re adecuan los proyectos a lo posible, y lo posible hoy es tener un laburo, poder irte de la casa de tus viejos y alquilar. Sumado a ello, también hay una cuestión de perspectivas, de crecer más en lo personal. Hoy hay muchos jóvenes que piensan en viajar, en hacer un montón de cosas antes de proyectar tener un hijo o una familia. Las mujeres ni hablar, es donde más se dio este cambio”, continuó Dicosimo.

Culturalmente, el ideal de la familia, de ser padre o madre, sobre todo el ideal femenino, no tiene la fuerza que uno veía antes

A propósito de “lo posible”, todavía resuena en algunos rosarinos la publicidad de un desarrollo inmobiliario que rezaba que “lo imposible se consigue en cuotas”. Tal como se contó oportunamente en este medio, la posibilidad de acceder a una casa propia -aspecto crucial en el modelo tradicional de familia- se tornó cada vez más dificultoso. Así lo demostró la investigadora rosarina Cintia Baremboin, quien utilizó como indicador los Años de Ingresos Medios (AIM) que se requerían para acceder a una vivienda usada de dos dormitorios (70 m2). Mientras que en 2005 se necesitaban poco menos de 6 AIM, en 2016 se precisaban 11,5 AIM. Casi que se duplicó.

Otro factor que agregó Dicosimo fue el impacto de la pandemia, dado que los nacimientos del año pasado fueron, en su mayoría, fruto de las relaciones del 2020, cuando el coronavirus puso patas para arriba el mundo. “Puedo afirmar que he visto más casos de parejas que se han preguntado si tenían o no que seguir, lo que termina impactando de alguna manera en la proyección de tener un hijo. En la medida en que hay crisis de pareja, es más difícil pensar en esa posibilidad”, dijo el profesional.

Presencia animal

"Hoy vemos una forma de egoísmo. Vemos que algunos no quieren tener hijos. A veces tienen uno, y ya, pero en cambio tienen perros y gatos que ocupan ese lugar", dijo la eminencia religiosa durante su intervención pública el miércoles 5 desde el Vaticano.

Resulta difícil comprobar en el plano local lo planteado por Francisco, puesto que no existe un registro oficial de mascotas. Sin embargo, algunas encuestas realizadas en los últimos años permiten inferir que sí es cierto que existe una mayor presencia de animales domésticos en los hogares santafesinos.

¿Cada vez más personas prefieren tener mascotas antes que hijos? (Alan Monzón/Rosario3)

Por ejemplo, la consultora alemana GFK, líder de datos y análisis en el sector de los bienes de consumo, informó en 2019 que Argentina lideraba el ránking de mascotas per cápita, concluyendo que 80% de los entrevistados aseveró tener al menos una. Para llegar a ese dato, se realizaron consultas a 1.500 adultos de entre 18 y 65 años en las ciudades de Rosario, Buenos Aires, Córdoba y Mendoza.

En nuestra ciudad, una simple observación de la realidad permite inferir que las mascotas tienen un lugar cada vez más importante en la vida de los ciudadanos. Tal como contó en un artículo publicado en agosto pasado la periodista Nahir Saieg, las clásicas forrajerías han dado paso a los cada vez más populares petshops, al tiempo que a los animales les contratan obra social, peluquería y hasta se les compra ropa específica.

“Hoy se ha humanizado a las mascotas. Por un lado, porque hay una mayor conciencia, a partir de la presencia de muchas organizaciones que trabajan el tema. Pero también porque responde a una necesidad del mercado. La humanización tiene un fin comercial, de consumo”, planteó el psicólogo Mariano Dicosimo, quien marcó que si bien “el vínculo con las mascotas es un vínculo real y una verdadera relación amorosa”, no debe confundirse con que ello sea un sustituto ante la complejidad de formar una familia: “Son cosas muy distintas”.