Matías Bottoni, el nadador rosarino de 17 años, libra su batalla más importante en un centro de rehabilitación de Rosario, intentando recuperar la movilidad de su cuerpo tras un grave accidente. Mientras sus días transcurren entre terapias en el centro Aprepa a pocos kilómetros de Rosario, una nueva preocupación se sumó a la lucha: la posibilidad de perder el año escolar. Sus papás compraron una computadora adaptada pero no llega.
Matías, quien era abanderado y tenía uno de los mejores promedios de su colegio, se lesionó el 10 de mayo durante el campeonato nacional de natación en el Parque Olímpico de Villa Soldati. Un choque con otro nadador lo llevó a sufrir una fractura de la sexta vértebra cervical con lesión medular, un diagnóstico gravísimo que puso en riesgo su capacidad para volver a caminar y mover sus brazos.
A pesar de las circunstancias, el Ejército Argentino, a través del Servicio de Educación a Distancia al Exterior (Seade), le ofreció a Matías la oportunidad de continuar sus estudios de forma virtual y no perder el quinto año. Esta iniciativa, diseñada para alumnos que no pueden asistir presencialmente (por salud o alto rendimiento), se convirtió en un faro de esperanza para el joven.
Según averiguó Rosario3 le permitieron presentar trabajos prácticos con audios si le resultaba imposible escribir, buscando todas las facilidades para que el rosarino pudiera mantener su cabeza ocupada y seguir conectado con su formación.
La computadora que nunca llegó
Para poder aprovechar esta oportunidad, Matías necesitaba una herramienta específica: una notebook liviana, delgada, y con una pantalla lo suficientemente grande para manipularla fácilmente desde su posición.
La familia, realizando un gran esfuerzo económico, realizó la compra del equipo adaptado el 13 de agosto a la firma Techsite.ar, transfiriendo 700 dólares como seña, con una promesa de entrega para diez días después. Sin embargo, lo que siguió fue una cadena interminable de excusas y demoras por parte de la empresa.
Su mamá, Valeria, habló con De 12 a 14 (El Tres) y explicó cómo está hoy la situación: "Nos dieron la posibilidad de seguir de manera virtual, tuvimos un problema con la computadora vieja, no sabemos si la perdimos en algún viaje cuando pasó todo. Decimos comprar una nueva, que sea liviana, que la pueda abrir, con un teclado específico porque no tiene fuerza en sus manos", explicó su mamá sobre las especificaciones de la computadora.
"Lo tuvimos que hacer público para que no siga pasando lo mismo. Algunos amigos llamaron para preguntar y también le pidieron la seña, nadie nos da respuesta. Nos dijeron que estaba en un depósito, pero nunca existió", agregó.
"Lo importante es que Mati pueda seguir con los estudios. Lo de la escuela nos entienden y acompañan, pero queremos arreglar todo esto. Queremos que recupere cosas de la vida cotidiana".
Según la denuncia familiar, los mensajes de la compañía con sede en Palermo fueron evasivos e incumplieron múltiples fechas de entrega, a pesar de que la familia insistió y Matías perdía días vitales de cursado.
Finalmente, ante la desesperación, Luciano Bottoni, su papá viajó a Buenos Aires. Según el, la empresa Tech Site le devolvió el dinero de la seña, admitiendo que no tenían la máquina por problemas de depósito o aduana.
Mientras Matías sigue mostrando leves avances en su rehabilitación en San Jerónimo Sud, la carrera contra el tiempo por recuperar el 5º año escolar se vuelve cada vez más difícil, debido a la falta de la herramienta que le permitiría seguir adelante con su formación.
"No quiere perder ni un segundo de rehabilitación. Ayer nos mostró que pudo hacer la transferencia desde la camilla a la silla. También está tomando fuerza en sus manos y dedos. Vamos encaminados en ese sentido. Lo entusiasman un montón", contó su mamá sobre su actual rehabilitación. 



