Un conserje universitario que se cansó de escuchar "alarmas molestas" durante su jornada de trabajo apagó un freezer y arruinó, sin saberlo, más de dos décadas de investigación, según una demanda presentada contra su empleador por el Rensselaer Polytechnic Institute, en Nueva York.
Según el documento, el trabajador escuchó pitidos y decidió tocar los interruptores del aparato para dejarlos a todos en modo "apagado". El congelador permaneció sin funcionar durante toda la noche, y cuando los estudiantes lo abrieron se encontraron con que la mayor parte del trabajo había quedado arruinada tras años de avances.
Dentro del freezer del laboratorio había cultivos celulares y muestras que debían almacenarse a una temperatura determinada, por lo que "una pequeña fluctuación de tres grados causaría daños catastróficos", según indica el expediente judicial de la demanda presentada ante la Corte Suprema del condado de Rensselaer.
El empleado, que no figura en el documento, era un trabajador de Cleaning Systems Inc. que estuvo por varios meses de 2020 desempeñando tareas en la universidad privada, ubicada en Troy, Nueva York.

La alarma del freezer se activaba cuando la temperatura variaba con respecto a la indicada para que los cultivos celulares se mantuvieran en buen estado. KV Lakshmi, profesor y director del Centro de Investigación Bioquímica de Energía Solar Baruch, notó que el 14 de septiembre de 2020 la alerta se disparó por una ligera fluctuación. No obstante, determinó que las muestras estarían seguras hasta las reparaciones de emergencia.
Mientras el profesor esperaba a que el fabricante fuera al laboratorio, agregó una caja de seguridad alrededor de la toma de corriente y el enchufe, mientras que dejó una advertencia en la máquina escrita en mayúsculas que decía lo siguiente: "Este congelador suena porque está en reparación. No lo mueva ni lo desconecte. No se requiere limpieza en esta área. Puede presionar el botón de silencio de alarma durante 5-10 segundos si desea acallar el sonido".
Sin embargo, cuando el conserje escuchó los pitidos tres días después, intentó solucionarlo activando los interruptores automáticos que le daban electricidad al freezer, y los pasó de encendido a apagado por error.
Al día siguiente, los estudiantes a cargo del proyecto se encontraron con que la mayoría de los cultivos "estaban destruidos y se habían vuelto insalvables", según CNN.

Las muestras formaban parte de una investigación que exploraba la fotosíntesis y su impacto potencialmente significativo en el desarrollo de paneles solares, declaró Michael Ginsberg, abogado de la escuela.
El personal de seguridad del Rensselaer Polytechnic Institute entrevistó al conserje tras el incidente, quien admitió que había escuchado las "molestas alarmas" durante toda la tarde, por lo que intentó resolver el problema al ir a la caja eléctrica de la máquina.
Demanda millonaria
A raíz de lo ocurrido, la escuela busca más de un millón de dólares y honorarios legales de la empresa Daigle Cleaning Systems como compensación, y no culpa al empleado sino a la compañía, que "no lo entrenó y supervisó adecuadamente". "El acusado, por y a través de su supervisión y control negligente, descuidado y/o imprudente del (conserje) causó daños a ciertos cultivos celulares muestras y/o investigación en el laboratorio". La demanda especifica que se arruinaron 20 años de investigación escolar, valorada en un millón de la moneda estadounidense.