En su segundo día al frente del ministerio de Seguridad santafesino, Claudio Brilloni visitó este viernes por la mañana la Unidad Penitenciari. Nº 1 de Coronda, donde se encuentra en la última etapa de preparación el nuevo sistema de escaneo para las visitas que ingresan a la cárcel.
El secretario de Asuntos Penales y Penitenciarios, Walter Gálvez, acompañó al nuevo titular de la cartera de Seguridad, que reemplazó a Rubén Rimoldi a partir del miércoles pasado, y detalló que los “body scan” que empezarán a funcionar les permitirán detectar “sustancias y elementos que no deben ingresar” en las unidades penitenciarias, similares a los de un aeropuerto.
Funcionan a través de Rayos X. Los bultos que ingresan pasan por una cinta transportadora y son escaneados. Lo mismo sucede con las visitas, se paran dentro del “body scan” y se les hace un análisis de 360 grados del cuerpo para verificar qué llevan consigo.
Además, para el personal del servicio penitenciario se instaló un "arco detector de metales" con el objetivo de controlar el ingreso de celulares. La nueva tecnología no está funcionando de manera formal, ya que se encuentra en una etapa de prueba.
En los próximos días, el mismo camino seguirá la Unidad Penitenciaria Nº 11 de Piñero, ubicada unos 40 kilómetros al sur de Rosario. "El lunes, terminadas las obras complementarias, se empieza a instalar lo mismo en el ingreso de Piñero", anticipó Gálvez.
El sistema de escaneo, aclaró, no reemplaza a la requisa manual que forma parte de la rutina del los trabajadores del Servicio Penitenciario.
En simultáneo, días atrás el gobierno de Santa Fe confirmó que este año finalmente se instalarán los inhibidores de señal en Piñero y esperan que sea antes de junio. El objetivo es cortar definitivamente la comunicación clandestina que muchos reclusos mantienen con personas del exterior y que, en la mayoría de los casos, aprovechan para organizar hechos delictivos.
