Santiago "Chano" Charpentier toleró bien en las últimas horas el retiro de la asistencia respiratoria y de seguir con esa evolución comenzarían a bajarle la sedación. Mientras, el músico continúa internado en la sala de terapia intensiva del Sanatorio Otamendi.

El artista se encuentra en ese centro de salud desde el lunes a la madrugada tras ser baleado en el abdomen por un efectivo de la Policía Bonaerense y ser intervenido quirúrgicamente. Los médicos tuvieron que extirparle un riñón, el bazo y parte del páncreas.

Según trascendió, soportó bien el retiro de la asistencia respiratoria.

Familiares y profesionales de la salud que estaban en la casa de Santiago “Chano” Moreno Charpentier cuando fue baleado por el policía coincidieron al declarar que el músico se puso "muy violento" cuando quisieron internarlo contra su voluntad, aunque ninguno vio el momento del disparo, por lo que el fiscal aguarda la declaración de su madre para establecer lo ocurrido.

Uno de los testigos en relatar lo que pasó en el barrio privado Parque La Verdad, de la localidad bonaerense de Exaltación de la Cruz, fue Oscar José Ottonello, esposo de la madre del músico, Marina Charpentier.

El hombre recordó que ese día fue la segunda vez en pocos días que su mujer llamó a un psiquiatra para poder internar al artista, ya que se encontraba "fuera de sí y muy agresivo".

Según la declaración de Ottonello ante la Justicia, "Chano" se "tornó aún mucho más agresivo" ante la llegada de un psiquiatra, por lo que debieron requerir asistencia policial e incluso refugiarse con su mujer en un auto para "resguardar su integridad física".

No obstante, el testigo no presenció el momento en el que el ex líder de la banda Tan Biónica fue baleado por uno de los policías que fueron a la casa, sino que dijo que "escuchó demasiados gritos y un estruendo" y que seguidamente su mujer gritó: "¡Cómo le vas a pegar un tiro!".

Otros testigos, entre ellos un tío de "Chano", un psiquiatra y el resto del personal de salud que acudió al lugar, relataron el estado de alteración en el que se hallaba el músico en sus respectivas declaraciones testimoniales ante el fiscal que instruyó la causa, Juan Manuel Esperante aunque dijeron que tampoco vieron el momento del disparo.

El psiquiatra que arribó en una ambulancia, Gonzalo Caligiuri, contó que cuando intentó dialogar con “Chano” a través de un ventanal y se presentó como profesional, el músico “comenzó a insultar y a amenazar a su madre” y a él le dijo que le iba "a clavar un cuchillo en la yugular”.

Caligiuri relató que vio salir de la casa a “Chano” con un “elemento punzocortante”, con el que amenazó de muerte a su madre y a los presentes y que todos lograron salir del predio menos uno de los tres policías que habían arribado, y que si bien no tuvo la escena a la vista, luego “se escucharon gritos y un disparo”.

Emily Torrico Céspedes, médica clínica que llegó en otra ambulancia, y el chofer de la misma, identificado como Juan Marcelo Giménez, también declararon que fueron testigos de las amenazas de “Chano” y de cómo con un cuchillo en sus manos decía “los voy a matar a todos, les voy a cortar la yugular”, pero que luego de apartarse solo escucharon, pero no vieron, el momento en el que el policía efectuó el disparo.

Durante esta jornada, el expediente pasó a otra fiscalía, la 1 de Zárate-Campana, especializada en Delitos Complejos y a cargo del fiscal Martín Zocca, por estar involucrado en el caso un policía bonaerense, el principal Facundo Amendolara.

Si bien otros dos policías que acudieron al barrio privado defendieron el accionar de su compañero al momento de disparar contra el artista, los investigadores aún necesitan obtener más evidencia que les permita establecer lo sucedido y si el efectivo actuó o no en legítima defensa.