En un balance respecto del rubro chatarrero y su conexión con el delito, la municipalidad indicó que en los últimos seis meses se produjeron 20 clausuras de locales en la ciudad de Rosario y 14 personas fueron puestas a disposición de la Justicia. En ese marco destacaron el trabajo conjunto entre el municipio y la provincia desde febrero cuando se firmó un convenio de colaboración que apunta a prevenir la sustracción de cobre y materiales ferrosos y de autopartes.

Según voceros oficiales, desde diciembre el municipio realizó 42 inspecciones en chatarrerías en conjunto con personal policial. De ese total, 20 fueron clausuradas, principalmente por no poseer el certificado de habilitación o por cuestiones de seguridad.

El dato llamativo es que en 12 casos se trató de violaciones de clausura. Es decir que los antros ya habían sido cerrados y volvieron a ejercer la actividad de manera irregular, sin haber “levantado” la clausura previa. En ese sentido, en cada caso de violación la Secretaría de Control y Convivencia lleva adelante una denuncia penal contra los responsables de los distintos establecimientos.

Con este tipo de operativos en chatarrerías estamos pegando en uno de los lugares donde más duele a los delincuentes: el segundo eslabón de la cadena, que es el que le compra para luego vender”, dijo Diego Herrera, secretario de Control y Convivencia.

Desde el municipio destacaron que los fiscales solicitaron órdenes de allanamiento y ordenaron detenciones cuando la juzgaron necesarias. Así, se detuvieron a 14 individuos en 6 meses y se secuestraron 2 armas de fuego, según cifras oficiales.

En medio de una inspección en zona norte, el 19 de marzo en Sabín al 1000 bis se produjo la detención de dos personas, se descubrieron armas y municiones no registradas. Se hallaron balas, cartuchos, tumberas, un rifle de largo alcance, un arma 9 milímetros y una pinza corta alambre. Los detenidos fueron trasladados a la comisaría 9ª y quedaron a disposición de la justicia. Además, el 23 de febrero en Regimiento 11 al 1300 se secuestraron un revólver, más de 5 millones de pesos y 2.500 dólares, señalaron los voceros.

Por otro lado, la incautación de cobre y materiales ferrosos que se realizaron a la fecha asciende a 10.100 kilos (más de 10 toneladas). Fueron secuestrados de las distintas chatarrerías por ser de dudosa procedencia. Entre el material confiscado hay elementos de Aguas Santafesinas (ASSA) y la Empresa Provincial de la Energía (EPE); placas de cementerio y crucifijos; medidores de gas; picaportes; autopartes; cubiertas de autos; elementos del alumbrado público, y hasta marcos de bicicletas públicas.

Es por eso que las empresas de servicios como ASSA, la EPE y Litoral Gas, entre otras, suelen acompañar los operativos a pedido de la Municipalidad para poder reconocer elementos que les fueron sustraídos y terminan en estos desarmaderos y chatarrerías.

“Empezamos a controlar a quienes compran lo robado; el robo hormiga que estamos sufriendo de picaportes, cables de la luz, medidores de gas se desarrolla porque hay alguien que los compra", dijo el secretario de Control de Registros provincial, Matías Figueroa Escauriza

“Los lugares que se allanaron en este período fueron producto del trabajo de distintas investigaciones, pero que en algunos casos contenían la particularidad que se iniciaron tras las denuncias de los vecinos. Las mismas se pueden hacer por correo a la casilla desarmaderos@santafe.gov.ar”, indicaron.