Mientras muchos rosarinos afectados por las restricciones vinculadas a la pandemia del coronavirus manifestaban su bronca en Oroño y Jujuy, este sábado a las 19.30, los bares de la zona empezaban a cumplir con la nueva disposición para el Gran Rosario.

La medida comunicada por el gobernador Omar Perotti este viernes indica que a esa hora ninguna actividad puede funcionar, aunque los locales gastronómicos están habilitados a trabajar con delivery hasta las 23 o con el modo take away (retiro en el lugar) hasta las 22.

Eso ocurrió por ejemplo en Alvear y Jujuy mientras los manifestantes del acto “Rosario quiere trabajar” se desconcentraban. Un mozo entró las sillas que estaban sobre la vereda y al mismo tiempo arribaron los primeros trabajadores de reparto o delivery.

Algo similar ocurrió en el Paseo Pellegrini, con las mesas vacías a las 20 de este sábado, un retroceso en cuanto a la situación sanitaria en la ciudad desde el inicio de la pandemia. Es que en los últimos días Rosario y Santa Fe superan día a día la cantidad de contagiados. Este sábado fueron 223 infectados en la ciudad y 406 en provincia.

"La gastronomía estaba con un respirador y se lo desconectaron", aseguró más temprano el empresario Alejandro Pastore de Paseo Pellegrini, uno de los convocantes a la marcha de rechazo de las nuevas restricciones.

Por su parte,  la ministra de Salud, Sonia Martorano, defendió este sábado la medida: “En Rosario en los últimos 14 días tuvimos 1838 casos, es una cifra muy alta, con un tiempo de duplicación de 11 días. Hasta ahora los indicadores que veníamos siguiendo nos dejaban tranquilos pero se están ocupado camas. La medida tendría que haber sido más severa”.

En el mismo sentido se expresó el secretario de Salud de Rosario, Leonardo Caruana: “No podemos esperar a que esté saturado el sistema de salud para intervenir”.