El juego es un recurso ampliamente valorado por profesionales de la psicología y las neurociencias, puesto que diferentes estudios han demostrado claros beneficios de la práctica de jugar sobre la actividad cognitiva y la estimulación de distintas áreas del cerebro. Y dichos beneficios pueden provenir de opciones más clásicas como un juego de mesa o de cartas, como también de alternativas digitales como el Tetris, un clásico en la historia de los videojuegos que cada 6 de junio celebra su día.

Consultada sobre esta cuestión, la neuróloga Silvina Peralta, especialista en trastornos de la memoria y la atención, explicó que jugar "es uno de los recursos para estimular funciones cognitivas" porque todos los juegos, desde los clásicos hasta los de computadora, "despiertan curiosidad, uno de los nutrientes más importantes del cerebro".

Peralta se dedica fundamentalmente a la "evaluación neurocognitiva y a la estimulación cognitiva, es decir, de la atención, la memoria y el lenguaje". Y a través de su ejercicio de la profesión logró ver avances en pacientes que disfrutan de los juegos.

Los juegos también estimulan la atención y las "habilidades visoespaciales".

"A través del juego uno no solo estimula los distintos tipos de memoria como la semántica, relacionada con el lenguaje y el concepto de los significados, sino también la memoria episódica", explicó la especialista en diálogo con el programa Punto Medio (Radio 2).

También indicó que se estimulan la atención y las "habilidades visoespaciales". Esto se logra con juegos como rompecabezas, el famoso Cubo de Rubik o sopas de letras.

Además, jugar promueve la "liberación de una serie de neurotransmisores como la serotonina, que ayuda a reducir el estrés, dado que es la encargada de equilibrar y regular el estado de ánimo". Es por esto, remarcó, que el juego es importante "a todas las edades".

Consultada sobre si proponer juegos en entornos en los que hay adultos mayores tiene beneficios, explicó que en esos casos "es interesante generar situaciones de juego vinculadas a cuestiones de la vida cotidiana".

"Simples juegos de mesa como las cartas o el dominó estimulan la atención y funciones ejecutivas, que son las que permiten ir de un tema al otro sin perder el hilo en el camino", detalló, y añadió que "también es importante volver a los juegos de la infancia, que es donde uno se siente seguro".