Hace más de una semana que un incendio grande en las islas frente a San Nicolás lleva el humo al sur santafesino y complica la vida; a tal punto incluso, que el hollín fue uno de los factores en varios accidentes viales a la altura de Villa Constitución, uno de ellos fatal. La pluma de humo abarca unos 130 kilómetros, desde Arteaga. Si bien se espera que el viento rote de nuevo y la aleje de Rosario, desde el Sistema de Alerta Temprana (SAT) advierten que si la lluvia anunciada para este lunes no es suficiente, las cosas podrían agravarse hacia el miércoles para cuando se espera que el viento cambie de rumbo de nuevo. Anticipan una primavera muy difícil.

En contacto con el programa Antes de salir (El Tres), Brian Segovia, del SAT, explicó que el humo seguirá muy denso durante toda la jornada, hasta que el viento sur termine de rotar y así, Rosario tendría una suerte de pausa al aire tan viciado.

Este domingo, el gobierno santafesino informó tres focos de incendio activos en el Delta del Paraná: frente a Rosario, Pueblo Esther y San Nicolás.

El de San Nicolás es que genera inconvenientes de forma sostenida, desde hace más de una semana, sobre todo en la zona de Villa Constitución, “generando los famosos pirocúmulos –explicó Segovia–, nubes que se generan por alta temperatura de incendios, por eso la pluma lo llevaba a todo el sur de Santa Fe, se desplazó casi 130 kilómetros generando cenizas en algunos lugares”. Hay reportes desde Arteaga a Rosario

La probabilidad de lluvias aisladas es otro factor esperanzador, pero también incierto y de corto aliento: “Se esperan de 5 a 15 mm, si se dan esos valores se podrían sofocar los focos actuales y colaborar con los operativos (pero) en caso que no se dé esta situación, el miércoles vuelve a rotar el viento desde el sector norte y lamentablemente si no se sofocaron los focos ígneos, nos va a volver a afectar esta situación”.

Por otro lado, Segovia advirtió que la lluvia también puede generar un efecto momentáneamente adverso: la llamada “bocanada de humo”, que ocurre cuando el fuego es sofocado y emana un humo denso antes de extinguirse.