Hace 39 mil años, un rinoceronte de tamaño considerable sobrevivió las bajas temperaturas del norte de Europa y Asia. Se trata del Elasmotherium sibiricum, mejor conocido como elasmoterio, bestia de la llanura siberiana. El ya extinto mamífero, pertenece a la familia de los rinocerontes, y no era el típico caballo blanco con un cuerno en su cabeza.

Además de la mata gruesa de pelaje que le recubría la piel, y de sus dimensiones impresionantes, este animal prehistórico se caracterizó por una protuberancia ósea en medio de la frente. 

En el año 2016, en Rusia, los investigadores de la Universidad Estatal de Tomsk, hicieron un gran hallazgo, mismo que fue publicado por American Journal of Applied Sciences, se trata de un fósil de este gran unicornio siberiano, y que, aparentemente, este todavía habitaba en el planeta hace 29.000 años.

Datos obtenidos de National Geographic, muestran que la extinción de estas grandes bestias pudo deberse a una consecuencia del cambio climático.

Las criaturas se alimentaban principalmente de hierbas, a medida que iba cambiando el clima el alimento iba disminuyendo, teniendo en cuenta que eran demasiado grandes como para poder llenarse con tan poco, con 2 metros de alto y casi 5 metros de largo, no tenían suficiente con la comida que cada vez iba haciéndose menos.

A diferencia de los rinocerontes contemporáneos, los unicornios siberianos pertenecen a un género de animales gigantes y musculosos. Se estima que el último ejemplar vivo habitó el plantea hace unos 100 años. Anteriormente, se pensaba que se había extinto durante el periodo Pleistoceno temprano y medio.