Dióxido de cloro, cabinas sanitizantes para personas, mates con cuatro bombillas “anticovid” o comer ajo para curarse son algunas de las propuestas que se ofrecen como “soluciones” frente a la pandemia de coronavirus, que no sólo generan la falsa sensación de prevención o tratamiento sino que, en algunas ocasiones, son extremadamente peligrosas para la salud.

Según el médico toxicólogo de la Sociedad Iberoamericana de Salud Ambiental, Sergio Saracco, en los últimos meses aparecieron numerosos productos que se promocionaron como formas de prevenir o directamente curar el coronavirus. “En momentos críticos o frente a enfermedades en las que no se ha encontrado la cura, aparecen este tipo de soluciones milagrosas que nunca son inocuas, porque una persona que toma una sustancia pensando que se está curando, aunque no le haga daño, puede demorar la atención médica y la indicación de un tratamiento adecuado”, indicó a Télam el especialista.

La prohibición de compartir el mate es una de las medidas que más complicaciones han traído en nuestra provincia, tal es así que la ministra de Salud de Santa Fe, reveló que es una de las principales causas de contagio de los últimos brotes. Ante la prohibición,  aparecieron publicaciones sobre que el foco de contagio en el mate era la bombilla, por lo que la solución estaba en poner más de una en un mismo mate, algo que fue descartado de plano por Saracco."Hay un reflujo de la saliva de la bombilla hacia el mate, más allá de los factores como el distanciamiento y el uso de barbijos que ‘tomando mate’ con otra persona no se cumplen”, sentenció.

Con respecto a la indumentaria, Saracco destacó que la única barrera efectiva para frenar el virus es el uso del tapabocas y que no es necesario la utilización de otros complementos. “Los cubrecalzados o las batas descartables sobre la ropa, por ejemplo, a excepción del personal de salud, para el resto de las personas no son necesarios; el coronavirus es un virus respiratorio y la única barrera que se comprobó que es efectiva es el barbijo y la distancia social”, sostuvo.

El uso de dióxido de cloro es otra de las falsas promesas que habitualmente se replican en las redes sociales pese a las advertencias sobre su consumo por parte de la Organización Mundial de la Salud e incluso el Ministerio de Salud de la Nación recordó que su uso “no está autorizado” para el tratamiento del coronavirus ya que "no cuenta con estudios que demuestren su eficacia y no posee autorización alguna para su comercialización y uso".

Para el toxicólogo, la lavandina, el alcohol etílico o el dióxido de cloro son sustancias que pueden desinfectar superficies limpias (porque su efectividad se reduce mucho cuando hay suciedad o grasa), pero “ninguno de estos elementos se debe ingerir, no sólo porque no tendrán efecto contra el virus, sino porque además son altamente tóxicos”, advirtió el toxicólogo.

“El CDS es un poderoso oxidante. Lejos de oxigenar la sangre, si llega al torrente sanguíneo lo que produce es la oxidación del hierro presente en la hemoglobina de los glóbulos rojos y la convierte en metahemoglobina, lo que genera un estado tóxico de la sangre que la incapacita para llevar normalmente el oxígeno desde los pulmones a los tejidos”, explicó Saracco.

Las cabinas sanitizantes son parte también de las falsas promesas que se difunden y venden online. Estas estructuras con forma de túneles o gabinetes, rocían a quienes pasan por ellas con productos químicos o radiación con rayos ultravioleta, según se publicita. “Si bien estas cabinas ya existían y se usaban en objetos, como vehículos, instrumental quirúrgico y camillas, bajo ningún concepto están indicadas para personas y no tienen efectos de eliminación del virus”, detalló el médico.

Para el especialista, "no sólo puede dar una falsa sensación de seguridad y hacer que la persona no mantenga la distancia, se saque el barbijo o no se lave las manos, sino que además muchas de estas sustancias pueden causar potenciales efectos irritantes para la piel y mucosas, reacciones cutáneas, lesiones oculares y afectación del tracto respiratorio".

En la alimentación también se promocionaron recetas curativas como la ingesta de ajo o jengibre. “Ningún alimento tiene propiedades curativas en sí mismo, no sólo sobre el coronavirus, sino sobre cualquier enfermedad infecciosa producto de un virus o bacteria”, aclaró Leonella Abboghlouyan, nutricionista del Departamento de Alimentación y Dietética del Hospital de Clínicas de Buenos Aires.

“Tomarse un té con miel y jengibre puede aliviar los síntomas de un resfrío; eso no le haría mal a nadie, pero lo que no hay que pensar es que porque se consume jengibre o el alimento que sea se está protegido contra el virus”, concluyó Abboghlouyan.