El Gobierno postergó el aumento de los impuestos que impactan en el precio de los combustibles, que estaba previsto para este mes, y definió que se aplicará recién en febrero de 2024. Así lo confirmó el Ministro de Economía Sergio Massa esete miércoles por la mañana.

La decisión se dio a conocer en el marco de la normalización del abastecimiento de combustible en las estaciones de servicio.

A través del decreto 567/2023 publicado en el Boletín Oficial, el Ejecutivo estableció que la suba en los montos de las cargas fiscales que "resulten de las actualizaciones correspondientes al tercer y cuarto trimestres calendario del año 2021, al primer, segundo, tercer y cuarto trimestres calendario del año 2022 y al primer, segundo y tercer trimestres calendario del año 2023" comenzarán a regir a partir del 1 de febrero de 2024. Esta medida alcanza a la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil.

El Gobierno alegó que esta decisión tiene como objetivo "asegurar una necesaria estabilización y una adecuada evolución de los precios", ya que al tratarse de "impuestos al consumo, y dado que la demanda de los combustibles líquidos es altamente inelástica, las variaciones en los impuestos se trasladan en forma prácticamente directa a los precios finales de los combustibles".

Cuál es el impuesto a la nafta que no se modificará hasta febrero

Estos aumentos están contemplados por la Ley N° 23.966, de 1998, en la que se establecen montos fijos en pesos por unidades de medida para determinar el impuesto sobre los combustibles líquidos y el impuesto al dióxido de carbono, respectivamente. 

Esta legislación, además, ordena implementar un monto fijo diferencial del impuesto sobre los combustibles líquidos para el gasoil cuando se destine al consumo en las provincias de Neuquén, La Pampa, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, así como también en los partidos de Patagones, de la Provincia de Buenos Aires y Malargüe, Mendoza.

En 2018 se dispuso que la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) aplicaría estos aumentos en los meses de enero, abril, julio y octubre de cada año, para los que tendría en consideración los números de la inflación. Sin embargo, el Gobierno los fue postergando debido a la fuerte suba de la inflación, y teniendo en cuenta que por cada 10% que aumentan los combustibles se genera un impacto total sobre la inflación del 0,6%.