Un equipo de científicos descubrió que un marcador de ADN presente en Europa llegó a América del Norte hace más de 12.000 años, lo que plantea nuevas preguntas sobre cómo se pobló por primera vez América. El haplogrupo X, un linaje de ADN materno poco común, se encuentra en varios grupos indígenas de América del Norte, incluidos los ojibwa, los sioux y los navajos, así como en Europa y Asia occidental.

La presencia de este haplogrupo en América del Norte es sorprendente, ya que no se encuentra en Siberia ni en Alaska, lo que sugiere que los primeros americanos pueden haber llegado en múltiples oleadas. La teoría más aceptada es que el haplogrupo X llegó a América del Norte a finales de la Edad de Hielo como parte de migraciones a través del Puente Terrestre de Bering desde el noreste de Asia, según publicó el diario británico Daily Mail.

Sin embargo, la Dra. Krista Kostroman, especialista en medicina genética, advirtió que otras posibilidades son más especulativas, como que pequeños grupos portadores del haplogrupo X podrían haber llegado antes o que podría haber entrado en América en múltiples oleadas junto con otros linajes. El estudio sugiere que la migración humana fue compleja y involucró múltiples oleadas, grupos exploratorios y conexiones a lo largo de Eurasia mucho antes de que la gente llegara al Nuevo Mundo.

El descubrimiento del haplogrupo X generó controversia en el pasado, con algunas teorías que sugieren una travesía atlántica directa o una conexión con la ascendencia hebrea o el Libro de Mormón. Sin embargo, los científicos coinciden en que el haplogrupo X es una poderosa pista para entender la prehistoria humana y la complejidad de la migración humana.